jueves, 20 de agosto de 2015

El fin de una era

El fin de una era que llega.
Un nuevo comienzo que se entrega.

Cosas lejanas que vuelves a sentir cercanas.
Un futuro inalcanzable que se terminó alcanzando.
Se apodera de mí una nostalgia indecente, indebida.
Pero a la vez demasiado potente.

No es tanto el desagrado por enfrentarme a lo desconocido,
como por dejar atrás lo conocido.

Lo peor es que es inevitable,
nada puedes hacer salvo,
claro está, resignarte.

Lo niños juegan y lo viejos recuerdan.
Con cada batallita recordada tu juventud mengüa.

Es bonito y triste
hacerse viejo. Tienes
cosas que contar y
menos ganas de juegos.

Nunca es demasiado tarde
para hacer el idiota. 
Por eso ríe, bromea
y juega a la pelota.

Con el fin de una era
termina lo que de ella puedes
contar. Mas con
el comienzo de otra
podrás revivir, podrás
volver a jugar.




 Dedicado a Sarman, 
 porque es el fin de una era.



martes, 29 de julio de 2014

El mejor sentido

El mejor sentido de todos es aquel que te alegra el día. El que te saca una sonrisa aunque tu no quieras. Aquel que te hace ver los mofletes hinchados de los demás y oír sus carcajadas.

El mejor sentido de todos es el menos necesario. Aquel que no tiene todo el mundo. Ese sentido que no tiene límite, y del cual no todo el mundo está de acuerdo.

El mejor sentido de todos disfraza la tristeza para soportar la angustia. Es un espacio entre lo prudente y lo alocado. Es tan volátil como el aire, y tan real como el pasar de los años.

El mejor de los sentidos se queda obsoleto. Se renueva y regresa a lo antiguo constantemente. No entiende de leyes físicas, ni condiciona al ser humano a umbrales infranqueables.

Solicita el amparo de jóvenes y viejos, hombres y mujeres, distraídos y despiertos, tímidos y desvergonzados. El fruto de su aplicación es un gesto universal humano.

No hay palabras, ni siquiera interpretaciones, solo ese gesto. Un gesto que llena fotografías, que busca el rostro de un ser querido. Un gesto que lo dice todo sin decir nada, que enamora a jóvenes caprichosos. Un gesto que caracteriza al mejor sentido de todos.



Una pequeña parte de ella

Delante de ella,
un guiño, una sonrisa,
un beso, una mirada.
Su aroma envuelve
la habitación, la alegría
en su rostro queda plasmada.

Suavemente se acerca,
como la noche en el atardecer,
como las flores en la primavera.
La miro y la encuentro bella.
Una explosión de sensaciones
golpea mi entrepierna,
la cual es acariciada
por su mano firme y tierna.

Ya no importa esa
pequeña parte.
Para dar marcha
atrás es demasiado tarde.

Su hermosura supera
el obstáculo.
Su ternura vence
la contradicción.
Mi atracción distrae
los convensionalismos.

Ahora me toca a mí.
Empezaré mi monólogo.
Ella no tiene culpa
de que la naturaleza
errara con su última
pareja de cromosomas homólogos.



Donatella

Donatella es una niña de no más de cuatro años. Vive en su mundo, y disfruta jugando con él. Su correteo constante invita a seguirla con la mirada, como si se fuera a ir lejos, donde su energía infantil la lleve.

Donatella es menuda, de esas niñas que parece que nunca van a crecer. Los saltitos de su caminar es casi como el movimiento de un dibujo animado antiguo, burlón, y al mismo tiempo, simpático y tierno.

Donatella con prisa constante, y no deja una cosa para ya empezar con la otra, dejando su habitación hecha un amasijo de juguetes. Crea montañas de juguetes y peluches en los que ella , posteriormente, se lanza para caer sobre ellos.

Ella puede jugar con cualquier cosa. Le basta con correr de un lado para el otro como si persiguiera a alguien. Para ella el aburrimiento no existe.

Unos ojos abiertos con mirada intensa que se clavan en los demás. Ella disfruta atendiendo a lo que ocurre a su alrededor. Le gusta responder a preguntas cortas con una larga respuesta. Y mientras escuchas esa voz de pito, te preguntas como puede hablar tanto una niña de no más de cuatro años.

Donatella juega y juega si parar. Corre mientras cae la noche. Y solo entonces, deja de jugar. Un buen baño relaja y adormece todo un día de carreras, juguetes amontonados y charlas con voz agudas.

Donatella se toma un vaso de leche caliente, se pone el pijama, se acuesta en su cama y duerme plácidamente. Ahora descansa pequeña, te lo mereces.



domingo, 6 de julio de 2014

Benévolo castigo

Benévolo castigo el ser bendecido con un lastre viviente. Irracionalidad e impetuosidad hecha carne que deambulan en busca de una buena disputa que le sacuda el corazón.

Desprovisto de sentido común, lanza falacias y medias verdades a la cara de sus adversarios. Furia desmedida envuelta en un reproche infantil, característico en seres rectos y perniciosos.

Memoria volátil y pasajera en sus errores, y fotográfica en los ajenos. Prisionero de las opiniones públicas, y falto de empatía con sus más allegados.

Lleno de inseguridades e infelicidad, fabrica murallas infranqueables que le aislan más aún del prójimo. Un ser incapaz de verbalizar el contenido de su corazón y enemigo primero del diálogo.

Vergüenza y soledad. Tristeza disimulada. Mediocridad mal escondida. Desgracia superlativa. Un ser maquillado para el populacho, cuya máscara no dura más de dos meses de convivencia.



El escritor desnudo

Sentado en su cama, tiene las piernas cruzadas y un cojín en su regazo para apoyar la libreta en la que escribe. Aprovechando la tranquilidad que le brinda la noche de verano, y atendiendo a un fuerte impulso de escribir, el escritor empieza.

Quiere plasmar sus pensamientos sobre el papel. Desea ser sincero y franco, sin ocultar nada. Desea que sus palabras sean transparentes, desnudas, como su cuerpo mientras escribe esas líneas. Quiere mostrarse tal y como es.

Su manuscrito no se libra de dos o tres tachones, fruto de la imprecisión de sus palabras y el mal pulso de su mano. Alza la vista mirando al techo de la habitación mientras se muerde el labio inferior. Busca la frase correcta, la palabra justa, el pensamiento adecuado. Y cuando lo halla vuelve la vista al papel para continuar escribiendo en él con esa letra temblorosa e irregular que le caracteriza.

Al término de su escrito, estira la espalda que previamente arqueaba para escribir. Coge aire y lo suelta de una bocanada. Repasa lo escrito mientras se atusa la barba. Y cuando termina, cierra el cuaderno, lo coloca en la mesa que tiene a su derecha, y se acuesta a dormir.



martes, 1 de julio de 2014

Tú, sueño de conciencias.
Creas y destruyes ilusiones
sin apenas pestañear.
Guardas asiento a
tu libertad, mientras
te alejasde la compañía.
 Tu atención precisa paciencia.
Tu calma conlleva tempestad.
 La tristeza de tus ojos
esconden una insana alegría.

Tú, desconcierto de brújulas.
Dibujas el caos con un lápiz roto.
Eres la tilde inmutable
de toda esdrújula.
El ridículo dentro de los
acontecimientos penosos.
Vives el presente olvidando
el pasado y desatendiendo el futuro.
El silencio, desconocimiento y miedo
de aquello que se halla en lo oscuro.



Fantaseando

Recorro mi cerebro buscando una fantasía. Una fantasía completa y verosímil. No es necesario que sea perfecta, no prentendo eso. Lo único que deseo es satisfacer las carencias que no puede cubrir mi realidad.

Esa fantasía me lleva a todos los lugares imaginables e inimaginables. Cumple deseos, mitiga complejos, tolera perversiones, aplaca frustaciones. Esa fantasía  se vuelve realidad por un segundo, y su eco retumba en las paredes de mi mente.

Esa fantasía es poderosa. Es capaz de hacerme empatizar con ella, alegrándome o entristeciéndome, mientras aún vivan los detalles. Extiende mi horizonte de muy lejos a inalcanzable, y me hace ser consciente de lo pequeño que soy.

Más tarde o temprano, la realidad reclama mi atención; la fantasía se disipa como la oscuridad en el amanecer. Y la cosecha de mi imaginación pasa a ser fruto del olvido.


viernes, 27 de junio de 2014

Noche de verano

Una noche cálida, tranquila. 
Una noche en la que Celsius supera la mayoría de edad. 
Una noche larga, no por el número de horas, 
sino más bien porque la temperatura 
y el cantar de los grillos propician el insomnio.

Una noche para estar a la intemperie, esperando 
impaciente el dulce beso de los mosquitos. 
Una noche para disfrutar de todo lo que se 
puede hacer por el día, pero sin la luz del sol.

Una noche en la que la brisa te acaricia la espalda y 
te susurra al oído canciones inefables. 
Una noche para sentarse en una mesa de plástico
 al borde del mar y jugar a las cartas.

Una noche en la que quedarte dormido contando estrellas y no ovejas. 
Una noche para disfrutar del calor del verano sin sufrir quemaduras. 
Una noche en la que la salida del sol anuncia el fin de la vigilia.



martes, 6 de mayo de 2014

Mi color favorito

Mi favorito es aquel que baña de transparencia el granulado y brillante paisaje. Mi favorito se viste en alto desde muy temprano del día.

Es el que emana reflexión y serenidad. Aquel que ilumina todo a su paso. Es el que fabrica siestas bajo un sombrero de paja.

Mi color favorito es el más grande, no por ser el mejor, sino por ser el que más abarca. Y permanece sobre nuestras cabezas flotando en la inmensidad.

Mi color favorito es mi favorito porque soñé con él. Un sueño plácido, reconfortante; un sueño del que te despiertas y sigues pensando en él; días, meses, años.

Mi color favorito inunda el cielo como un mar superior, y pinta las pupilas de una persona agraciada. Viste paraísos impregnados en los carteles de agencias de viajes que prometen lo que no pueden cumplir.


Mi color favorito es mi favorito es mi favorito por muchas razones. Pero sobre todo, porque si pienso en él, fotografía en mi mente cielos despejados. Cielos que te ciegan al verlos. Cielos que te envuelven con su enormidad. Cielos con una belleza sencilla e inigualable.


domingo, 5 de enero de 2014

Axiomas IV

"La ergonomía vence a la estética gracias al paso del tiempo"


"El sexo es ese momento pseudomágico entre la sensibilidad del hombre y la furia de la mujer"


"La música, al igual que la pintura o la literatura, se debe apreciar sin ningún tipo de distracción"


"Es muy triste hartarse de estar alegre"



 "La inteligencia es saber explotar tus cualidades y saber mejorar tus defectos"


sábado, 4 de enero de 2014

Mi cromosoma X

Matriz, estufa y almohada.
Grito en mi oreja sorda
y en mi solapa medalla condecorada.

Dura crítica y peor chanza.
Alentadoras palabras de ánimo
y mejores alabanzas.

Juez y verdugo que castiga y absuelve.
Justa balanza que compensa y resuelve.

Fue mi comienzo y mi desarrollo.
Es mi referencia en estos años de alarde.
Y será, hasta que la envejecida
sinapsis de mi sien permita,
la que yo llamo como
“mi madre”.


sábado, 23 de noviembre de 2013

Sanatorio

Este no es un lugar común, la gente entra con miedo y sale con alivio. Hay ruidos que recorren desde la primera a la última planta, y miradas que te persiguen a lo largo de los pasillos.
Aquí las bandejas de comida son de cartón, Los camareros que las sirven son auxiliares con uniforme blanco, y los comensales deben comer con las manos para no lastimarse accidentalmente con los cubiertos.
Este es un lugar donde no están todos los que son, donde un momento de silencio no significa paz en el ambiente.

En muchas ocasiones, los internados de este lugar gritan sin motivo aparente, añadiendo a la pulcra e inmaculada higiene del lugar una imagen más tétrica si cabe.
Los improvisados camareros, aquellos que sirven las bandejas de cartón, se equivocan de forma inequívoca dando cubiertos a los comensales que más gritan o molestan.


Dichos comensales terminan muriendo al lastimarse accidentalmente con los cubiertos. ¿Por qué sé que eso pasa? Porque me acaban de traer cubiertos con la bandeja de cartón.


Encerrado

Dueña de mi cuerpo, mente y alma. Eres el tierno aroma que inunda una habitación bien perfumada. El azul del cielo que aparece tras la tormenta. La risa que rompe el silencio de la seriedad.
Eres mi ángel salvador y mi diabla tentadora. Eres el amor que se me escapa noche a noche por cada ventana. Una distracción eterna que se cuela en mis oraciones. Una escapada necesaria para descansar de este castigo hecho monasterio.

Deseo verte y sentirte para que llenes de color mi mundo gris. Para que llenes de detalle cada sonrisa que me otorgas. Para satisfacer nuestro anhelo de dejar de anhelarnos. 
Deseo desmontar las fíbulas de los ropajes que esconden tu irresistible y pecaminoso cuerpo. Los minutos sin tí se hacen horas. Veo tu rostro en los camafeos de mis compañeros. Aunque ver tu cara no es suficiente, pues el no escuchar tu angelical voz es como dejar sin badajo a la campana de nuestro monasterio, el cual me encierra y me castiga alejándome de tí.

Belcebú se apoderó de mi fe, y me incitó a la lujuria como incitó la serpiente a Eva para que mordiese la manzana. Pero ahora soy yo, el hombre, el que cae en la tentación, y tú eres la manzana, querida mía. Tan carnosa y jugosa, fruta prohibida que saciaría mis más bajos instintos.
Tu sexo es una perla, y la moral que nos impide amarnos es la gran y pesada almeja que se cierra cuando nuestras pasiones intentan ser una. No dejo de mirar hacia arriba implorando perdón, y tengo miedo de mirar hacia abajo porque sé que ese será mi destino.
Acabaré profundo, mucho más que el suelo que ahora piso. Y aquel que logró tentarme para que te deseara, recibirá un nuevo huésped para arder en las llamas de su abrasador hogar.  
Si he de morir por amarte, si he de quemarme en el infierno por arder en deseo por tí, moriré y me carbonizaré por el resto de la eternidad. Pero nadie, querida mía, nadie, nos podrá arrebatar el placer de haber juntado nuestros cuerpos en el tierno abrazo del amor. Un amor que no se nos fue concedido por equivocarnos de vida, por no elegir bien el canal que llevaran a nuestras aguas a encontrarse.

Por mí no lo siento, amor mío. Lo siento por tí. Toda la espera y el sufrimiento pasado me han herido de forma merecida, y te han lastimado de manera injusta.
Quizás no seas pura a ojos de la Iglesia y sus decrépitos gobernantes. Pero yo sé, amada mía, y Dios también, que tú eres más pura de corazón que cualquier integrante de este cinismo eclesiástico.


Por eso tú tendrás tu lugar en el paraíso, y yo, y todos los que aquí estamos encerrados, conoceremos con antelación nuestro devenir en este recinto levantado en nombre de Dios, y gestionado en honor a la sinrazón y maldad del hombre.


viernes, 11 de octubre de 2013

Deseo...

Durante su paseo de vuelta a casa, Manuel, un chico corriente y moliente, un chico con amigos pero sin grandes dotes sociales, un chico con encanto pero no demasiadas armas de seducción; encuentra una botella transparente que brilla con luz propia e intermitencia. Manuel, con más curiosidad que temor, cogió la botella y se dispuso a abrirla. Todo se lleno de un humo verde brillante:

– Cof, cof... – tosía Manuel
– Hola. – una voz adulta y firme saludaba al chico
– ¿Quién eres? – se extrañó Manuel al ver un hombre con vestimenta extravagante
– Soy un genio, y me has liberado. Ahora, como muestra de gratitud, te concederé un deseo
– ¿Un deseo? – interrogó incrédulo Manuel
– Así es. Un deseo. El que tú más anheles. – respondió sonriente el genio

Manuel empezó a pensar. ¿Dinero? No, el dinero amarga cuando te falta y convierte tu vida peligrosa cuando te sobra. ¿La paz en el mundo? No, no sabía hasta que punto ese deseo podía repercutir en el planeta y en él mismo.

– Deseo... una chica – dijo convencido el muchacho
– ¿Una chica? – frunció el seño el genio – Tienes que darme más detalles. Descríbemela, dime cómo quieres que sea su personalidad.
– Pues... quiero que sea guapa, ojos marrones y morena de piel. Quiero que sea divertida y risueña. Que solo una de sus sonrisas me alegre el resto del día. Quiero que sea cariñosa y atenta, Que sea sensible e inteligente. Quiero... quiero que... – dijo Manuel dubitativo en última instancia
– Tus deseos son...
– Que sea real. – interrumpió al genio
– ¿Cómo?
– Solo quiero que sea real. Y todo lo que acabo de decir no es real. – explicó Manuel a su mágico oyente
– De acuerdo. Pero yo no puedo concederte lo que quieres. – respondió con pena el genio
– Lo sé. – dijo firme Manuel – Y no me importa así que, no te pediré ningún deseo. Eres libre.
– Gracias, amigo.

Y el genio fue desapareciendo poco a poco ante los ojos atentos y maravillados de Manuel.



jueves, 3 de octubre de 2013

Conocedores del alma humana

Hace ya algún tiempo que escuché por primera vez el término "conocer del alma humana". Un concepto que me intrigó, un concepto que se le atribuían a grandes escritores y pensadores.

Me fascinó ver que esos hombres y mujeres supieran tanto como para conocer el alma de las personas, dado que toda nuestra humanidad está en el alma: sentimientos, ideas, imaginación... todo.
Hasta que me di cuenta de que, aunque estos pensadores y escritores eran muy inteligentes y sabían mucho, solo inspeccionaban las llagas de su propio interior. Y se valían de sus propios traumas y dolores para empezar, desarrollar y concluir grandes razonamientos filosóficos.

Ellos no eran "conocedores del alma humana", pues no podían conocer siquiera la suya propia. Pero sí buscaban respuestas a su dolor en vez de lamentarse y culpar a cualquier otro de su desdicha. Y es que, pese a no conocer del todo el alma humana, intentar indagar en una sola les convierte en un ser sabio y equilibrado.

Por eso creo que a partir de ahora, teniendo en cuenta todo lo tratado anteriormente, llamaré a estos grandes escritores y pensadores "investigadores del alma propia".



miércoles, 2 de octubre de 2013

Cómo hablarle a un niño de 3 años

Para empezar, es indiferente si es niño o niña, dado que el objetivo es dirigirse de manera adecuada a una persona de esa edad.

Aunque tengamos que hablarle con un vocabulario adecuado, debemos abstenernos de vocalizar en exceso y de repetir lo ya dicho en demasía. Un niño de 3 años no es necesariamente idiota, solo está aprendiendo a utilizar el lenguaje. Mas esto será imposible si ven como las personas mayores, que supuestamente dominan el idioma, hablan como si también tuvieran 3 años.

Una vez el niño tenga un vocabulario más que aceptable para su edad, debemos introducir nuevas palabras para extenderlo y acostumbrarlo a oír palabras nuevas y a preguntar el significado de las susodichas.

Recuerden que lo que interesa es que el niño aprenda a hablar correctamente para cuando sea adulto. Pero si le acostumbramos a hablar como un niño de tres se estancará más en esa edad.



Nota del autor: Esta técnica es aplicable a cualquier persona de cualquier edad.



lunes, 30 de septiembre de 2013

Biografía de un cronómetro

Avanza rápido, dejando atrás
lo que arrastra el viento.
Mirada fija en un horizonte
infinito, incesante.

Por encima de todo pasa
sin parar en ningún momento.
Colocando en el olvido
nuestras experiencias importantes.

Frío, impasible e imperturbable
juez de la vida y la muerte.
Verdugo completo de todo
lo vivo y lo inerte.

Sepultas fósiles; esculpes estratos.
Tu caminar frusta jóvenes promesas 
y delirios de grandeza.
Tu detener supondría
eternidad, bucle y tristeza.



Sufrimiento compartido

Un niño se levanta en mitad de la noche. Se tropieza una, dos, y hasta tres veces por la falta de luz en el pasillo. La televisión encendida del salón proporciona claridad para que el niño pueda ver a su madre. Una madre arrodillada ante el sofá, llorando y suplicando al techo "¿por qué?"

El niño se acerca y... "¿mamá?" La madre muestra sus dilatados y húmedos ojos al pequeño. El niño se acerca y le pregunta a la madre que qué le pasa. La madre con una sonrisa le contesta que no le pasa nada, que vuelva a la cama. El niño abraza a su madre y vuelve a su habitación. Y ahí, dentro de las sábanas y en medio de la oscuridad, el niño rompe a llorar.



domingo, 29 de septiembre de 2013

El placer

El placer nos mueve y nos llena.
El placer amarga y condena.
El placer nos ofrece nada y nos quita todo.
El placer puede andar, correr y gatear.
El placer puede pinchar, saltar o empujar.
El placer concentra en un punto
todo nuestro ser.
El placer convierte razón en fe.

El placer fue, es y será de todos.
El placer irrita en lo ajeno
cuando no lo hayamos en lo propio.
El placer está a gusto de todos pero
en boca de pocos.
El placer calla cuando sobran las palabras,
y agita la lengua en una mente despierta.
El placer es vida y muerte.
El placer es desdicha y suerte.



viernes, 6 de septiembre de 2013

Axiomas III

"La sensibilidad es un compromiso entre el mundo y tú. Cuanto más te quieras, más sensible serás con el mundo"


"Siento tristeza hacia la literatura. La pobrecita es muy bella, pero es más apreciable a simple vista la hermosura de la música o la pintura"


"Aunque durante toda tu vida te den todo lo que tengan: cariño, amor, ropa, comida, hogar, y eso sea producto de la generosidad, la paternidad está basada en un planteamiento egoísta: <<quiero tener un hijo>>.
Por eso el máximo exponente de generosidad sería adoptar un niño. Le entregarías todo lo anterior además de su participación: <<¿quieres ser mi hijo>>"


"Todo es más hermoso si se sabe condensar en un espacio pequeño: una pintura, una canción, una foto, un relato corto, una isla..."


"Es muy bonito ver como un adolescente gasta su tiempo en leer un libro y no en ver la televisión"



Axiomas II

"La ergonomía vence a la estética gracias al paso del tiempo"


"El sexo es ese momento pseudomágico entre la sensibilidad del hombre y la furia de la mujer"


"La música, al igual que la pintura o la literatura, se debe apreciar sin ningún tipo de distracción"


"Es muy triste hartarse de estar alegre"


 "La inteligencia es saber explotar tus cualidades y saber mejorar tus defectos"



lunes, 5 de agosto de 2013

Conversación de manicomio IV

Paciente 1: ¿Tú te sientes solo?

Paciente 2: Muchas veces, ¿por qué?

Paciente 1: Porque creo que uno de los motivos por los que estamos aquí es la soledad.

Paciente 2: Pero la soledad no es mala en las dosis adecuadas. Además, debemos por nuestro bien alejarnos del mundo para descansar de él.

Paciente 1: Ya, pero yo hablaba de la soledad intelectual y espiritual. Hablaba de sentirse solo, no de estar solo.

Paciente 2: ¿Y qué diferencia hay?

Paciente 1: Puedes estar solo físicamente, sin nadie a tu alrededor. Pero sentirse solo es que, aun estando acompañado, sabes que nadie te entiende y valora como ser inteligente que eres, lo cual es mucho peor que estar solo físicamente.

Paciente 2: Pero, ¿cómo sabes que te entienden si no están a tu lado? No puedes leer la mente a los demás.

Paciente 1: Te lo demuestran con hechos y palabras que te dan ánimo y fuerza.

Paciente 2: Vale. Mas si no están a tu lado, no podrán mostrarte su apoyo. Entonces te sentirías solo.

Paciente 1: Antes te dije que no era lo mismo estar solo físicamente que sentirse solo.


Paciente 2: No. En realidad sentirse es la consecuencia de estar solo. Primero no tienes a nadie a tu lado, y como no ves apoyo y valoración pasas de estar solo a sentirte solo.

Historia de un vagabundo V

Nuestro vagabundo recorre los parques y fuentes donde se acumula la muchedumbre. El verano, pese a no ser tan caluroso, provoca a la gente el deseo de refrescarse.
A nuestro trotamundos favorito le mojan de forma fortuita. Y aun agradeciendo el chaparrón, se aleja de la agobiante cantidad de personas que se amontonan alrededor de la fuente.
Parece que a nuestro vagabundo le gusta la gente, pero no en grandes cantidades.


Puzzle de una sola pieza (Poema)

La luz se refleja en tus ojos
como en un charco poco profundo.
Tempestad escondida en tu sien
que atisbo en tu mirar iracundo.

– ¿Equivocado estoy? – pienso.
– ¡Equivocada está! – grito.
Y con mis labios musito,
– equivocado está ninguno.

No es solo el rechazo
quien atraviesa el agujero de tu indiferencia.
No es solo la intriga quien construye tu férrea ciclotimia.

Es la corrosiva e intrínseca esperanza
que aguardo dentro de mis suspiros gélidos.
Es la obstinada sin razón de mi ello
que ansía tu sexo famélico.


Conversación de manicomio III

Paciente 1: ¿Te gustaría formar una familia algún día?

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿Por qué? No quieres casarte y tener hijos.

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿No quieres estar acompañada por gente que te quiere y te cuida?

Paciente 2: La gente solo te quiere si les tratas bien. Da igual que sea tu familiar o no.

Paciente 1: Pero la familia te apoya en los momentos malos.

Paciente 2: Solo te apoyan si les demuestras que serán correspondidos y premiados por ello. La familia solo son ajenos que comparten material genético contigo.

Paciente 1: Pero, ¿tus padres son ajenos a ti?

Paciente 2: Yo no hablo de familiares que conviven durante años contigo. Esos si se pueden considerar familia. Los ves todos los días y los conoces medianamente bien.

Paciente 1: ¿Medianamente bien? Es que ni siquiera no puedes conocer totalmente a tus padres.

Paciente 2: Dudo mucho que podamos conocernos a nosotros mismos, imagínate a otras personas.

Paciente 1: Entonces... si no nos conocemos a nosotros mismos del todo, ¿cómo puedes decir que no vas a tener hijos? A lo mejor si los quieres tener pero no conoces esa faceta de tí.


Paciente 2: Pues creo que tienes razón.

Un pintor extraordinario VIII

<<El viento aumenta y disminuye el tamaño de las colinas doradas. Inquietas, brillantes y granulados colinas que danzan al son de un buen e intermitente cantante>>.

Historia de un vagabundo IV

Nuestro vagabundo pasea por una ciudad embriagada de primavera; sol, temperatura agradable, flores por doquier. Disfruta de las vistas, y sobre todo, disfruta del paso del invierno, que hasta dentro de unos meses no volverá.
Desea compartir este día tan dichoso con alguien, aunque sea un desconocido. Por eso se dirige a un parque lleno de gente; niños jugando con la pelota, padres hablando del buen tiempo que hace. 

Nuestro vagabundo se convierte en espontáneo e improvisado jugador. Los niños le tiran la pelota y él va a buscarla felizmente, devolviéndola con la misma alegría con la que fue buscarla. Dejando para más tarde la necesaria y diaria tarea de alimentarse para sobrevivir.

Esperando (Poema)

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

El viento y el tiempo van pasando.
El sol estimula mi piel con su luz,
el cual poco a poco me va calentando.

Cruje mi espalda con una estirada reconfortante.
Mis ojos apuntan al papel que estoy rayando,
mis ojos apuntan al papel que tengo delante.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Avanza constante el minutero.
Casi noto como el sol se va moviendo
en una tarde vacía de mes veraniego.

El cielo despejado propicia sudor en mis axilas.
Mi pelo arde al sol de la tarde,
esperando al amigo que llegando camina.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Un pintor extraordinario VII


<<Un volcán en erupción. Un río anaranjado y brillante de lava y fuego. Todo es yermo, todo está muerto a su alrededor. Y en medio de aquella destrucción, en medio de aquel cataclismo, un brote verde alzámdose entre el rojo y el naranja de la arrasadora hecatombe de la violencia>>.

Ojos verdes, tez morena (Poema)

Verte alivia la esperanza
de un corazón marchito.
Saborearte supondría
cumplir un deseo infinito.

Acaricio tus mejillas con mi imaginación,
pues mi manos son prisioneras del miedo.
Noche a noche obtengo en mis sueños ocasión
de con Morfeo alcanzar el desenfreno.

te acercas y me alejo, 
hablas y me callo,
susurras y me estremezco,
sonríes y caigo.

Si siempre será así prefiero confesar.
Sin suerte mi corazón romperás,
y con ella solo me humillarás.

Historia de un vagabundo III

Es una noche oscura, solo la luna ofrece alivio a los ojos diurnos de nuestro vagabundo. Tanteando constantemente su paseo, nuestro vagabundo indaga las entrañas de la ciudad. Asfalto, aceras, edificios, callejuelas, un laberinto de hormigón, cemento y alquitrán que perturbaría la orientación de cualquiera.
A este lúgubre paisaje se le une el frío de un otoño próximo al invierno. El vagabundo tirita mientras trota el camino hasta su próxima cama, la cual siempre es nueva y desconocida.


Nuestro querido viajante encuentra asilo en un edificio abandonado. Seguidamente se tumba en lo más profundo del edificio para que el frío no cale en su maltrecho esqueleto. Oye pasos próximos e irregulares; cada vez más cerca, cada vez más fuertes. Nuestro vagabundo se levanta alerta y asustado pero, solo es un compañero de oficio. Y debido a la camaradería que solo las situaciones precarias son capaces de dar, el desconocido obsequia con una manta a nuestro hipotérmico vagabundo.

Un pintor extraordinario VI

<<Grandes y lujosos rascacielos rozan las nubes con su desorbitada altura. Dentro de ellos se aprecia gente de bien ocupada en sus tareas cotidianas.

Justo al pie de dichos rascacielos, se amontonan muchas chabolas. Gente humilde y trabajadora. Delincuentes y maleantes. Ubicados en lo más bajo de la imagen>>.

Mi resultado

Soy la suma de los meses de mis padres, y la media aritmética de sus días.

5+4=9

7+13=20; 20:2=10

10 de Septiembre

Un pintor extraordinario V

<<Un lobo acecha a un bebé perdido y desnudo en un claro de un bosque en un día nublado. El lobo está cerca, salivando el jugo de la digestión de su inminente presa.

Entre los árboles aparece un hombre rudo y corpulento dispuesto a salvar al indefenso infante. Mientras tanto, un haz de luz rompe el nublado cielo e ilumina al hombre que entregará su vida por salvar al niño>>.

Año

Enero gris y melancólico, incitas a la reflexión y al drama. Esperas sentado a que la luz temprana encienda el día y a que la rápida oscuridad apague el cielo. Días de frío y lluvia, días de viajes fugaces, días de abrazos cálidos. Días cortos pero intensos los tuyos Enero.

Febrero rojo y pequeño, pasas sin que me dé cuenta. Convocas al amor con tu fiesta para reclamar atención. Mas eres muestra de todo lo que no es Enero: vivaz, furioso, activo. Supones para tus días un reto.

Marzo violeta y trabajador, te encargas de inculcarnos tu dedicación incansable en nuestras tareas. Eres sustento y esfuerzo para tus antecesores y sucesores. Y lejos de convertirte en pesadilla del año por tu trabajo, te forjas como modelo verosímil para tus hermanos.

Abril rosa y húmeda, soportas el solsticio con gracia y alegría. Dicharachero y fogoso eres y te muestras entre tus hermanos e hijos. Invitas a bailar con tu simpática mezcolanza de ternura y carácter.

Mayo negro y pendenciero, eres la rectitud y la disciplina. Provocas ira y sublevación, pero transformas el error en aprendizaje.

Junio y Julio, gemelos vestidos de amarillo, perezosos ante el júbilo del buen tiempo. Se encargan de establecer el puente entre Mayo y Agosto.

Agosto azul y tolerante. Tranquilo por naturaleza repartes comprensión y atención. Adormeces todo cuanto es estrés a tus vástagos tras los bochornosos Junio y Julio.

Septiembre verde y equilibrado. Fruto del verano ya pasado, tu temperatura es suave y benévola. Enfrentas final y comienzo en todo tu ser, dando un cúmulo de sensaciones a tus agradecidos días.

Octubre naranja y nostálgico. Caes en tus recuerdos como caen las hojas de los árboles en tus días. Provocas paseos y charlas de atardecer. Tus días regalan un sol brillante y tibio como obsequio a los mortales.

Noviembre marrón y reservado. Eres puro misterio para tus hijos y hermanos. Nublas el cielo con tus secretos, y mojas la tierra con tu llanto sordo. Eres indescriptible e indescifrable.

Diciembre blanco y concluyente. Otorgas tristeza y esperanza con el fin y el comienzo de un nuevo año. Recurres a la fiesta para entrar en calor. Tu extrovertida personalidad silencia los secretos de Noviembre. Respetuoso como el que más, das paso nuevamente a Enero.

Un pintor extraordinario IV

<<Los altos y escarpados acantilados se tuestan al sol, el cual calienta constantemente en los días despejados. La costa cartografía una silueta irregular y hermosa mediante las rocosas formaciones.
El mar acaricia por tiempo indefinido la base de los abruptos acantilados, esculpiendo redondeadas formas y materiales. Y el viento vehemente choca en los gigantes muros de piedra bañados por el mar>>.

miércoles, 10 de julio de 2013

Viaje en avión

Aquí apretado, contemplando el claro y potente cyan del cielo troposférico. Veo personas leyendo, viendo películas, escuchando música, durmiendo. Pero todavía, en los muchos viajes que he hecho, no he visto nadie escribiendo en un papel.



jueves, 4 de julio de 2013

¿Por qué cualquier tiempo pasado nos parece mejor?

Siempre que miramos atrás, siempre que visualizamos tiempos pasados, tenemos la falsa creencia de que esos hechos ya acaecidos eran sencillos. Creemos que aquella época de hace cinco, siete, quince, veinte años era menos complicada que la que vivimos actualmente. Deseando incluso volver a esa época ya pasada; y de ahí la frase "cualquier tiempo pasado parece mejor". Y aunque en la frase se menciona que solo "parece", la mayoría de las personas se obcecan en sustituir este aclaratorio verbo por el de "ser": "cualquier tiempo pasado es mejor". No nos confundamos, cualquier tiempo pasado parece, pero no es mejor.
Este engaño es muy potente debido a la certidumbre que ofrece el pasado. La certidumbre nos da seguridad, y nosotros queremos sentirnos seguros. Pero cuando nosotros vivíamos en esa época pasada también nos sentíamos como ahora; perdidos e inseguros. Mas al cabo de un par de años, y por el simple hecho de conocer nuestro devenir, veremos esta etapa actual, que será la pasada, mejor y más sencilla.
Afrontemos nuestro futuro con valentía, sopesando lo bueno y lo malo. Puede que el futuro sea peor que el pasado, es cierto. Pero también existe la posibilidad, y no tan remota como nos suele parecer, de que el futuro sea mejor. No nos dejemos engañar por la falsa seguridad de la certidumbre del pasado.


El reino de las musas

Imposible pero verosímil. Extraño pero familiar. Siniestro pero alegre. Desconcertante pero aclaratorio. Navegas por un submundo profundo y desconocido que te lleva a miedos y placeres ocultos en tu ser. Inspiración absoluta que encontramos a medio camino entre lo imaginativo y lo lógico. Fugaces ráfagas de locura que penetran tu sentido común, nublando el cristal opaco de los convencionalismos y los modelos.
Vivencias muy intensas apenas recordadas, constructor improvisto de ilusiones, usurpador de ideas propias. Como si de una película se tratase evocas y destruyes fotograma a fotograma, rápido e intermitente.
Recuerdos falsos perturbados por el eco del ello. Encerrado en su jaula de cristal opaco, vejado e ignorado. Eres el alivio de un instinto longevo. Eres el castigo de una razón joven. Eres la continuación de la vigilia en la noche.


Arte y ciencia

Cierto es que no son iguales, mas hoy en día nos empecinamos demasiado en establecer su inexistente oposición. El arte y la ciencia no son tan dispares como creemos. Siempre hay algo de ciencia en el arte, o algo de arte en la ciencia. La posibilidad de complementarlas potenciaría a ambas enormemente en un sinfín de recursos, ideas y creaciones.
Un arquitecto que sobre el papel eleva un futuro edificio, un pintor que plasma el reflejo de la luz visible, un bailarín que impulsa grácilmente sus fibras musculares, un músico en busca de la proporción musical.
El arte es el atractivo de la creación humana, la ciencia es el análisis de dicha creación. El arte es la pasión carnal, y la ciencia la sana amistad; ambas hermosas formas de amar con reglas y compromisos distintos.
La ciencia son los cimientos que sostienen la casa. El arte es la decoración que alegra el hogar.


Inteligente creatividad

La inteligencia supone ciertas aptitudes fáciles de establecer: memoria, comprensión, comunicación... pero dejamos de lado la creatividad. Por desgracia, no se puede enseñar a ser creativo, y aunque así fuera, en la educación pública parece interesarles bien poco la creación original de sus alumnos. Atrofiándose irremediablemente esa aptitud de la inteligencia tan única e infravalorada.

¿Son más inteligentes las personas que saben resolver problemas matemáticos, o las personas que saben componer, de la nada, una canción? La creación nos hace únicos. Somos capaces de alterar y modificar nuestro entorno con nuestra creatividad. El espíritu creativo te atrapa y te embriaga con sus infinitas posibilidades y su tierno aroma a desafío.

La creatividad proporciona liberación a nuestra inteligencia, plasmándose la misma en el mundo físico, tangible, observable. La inteligencia nos da la creatividad. Y la creatividad nos ofrece que, desde la nada, hagamos todo.


Moribundo

<<Cuando haya llegado esto a sus manos, significará que ya no estaré. Y aunque quisiera despedirme de todos y cada uno de mis allegados, no puedo. Así que, he elegido a las dos personas más importantes de mi vida: mi mujer Elena y mi hija Marta. No sé como explicar exactamente lo que me impulsa a hacer esta locura, a marcharme, a dejarlas solas. Pero sé que tengo que hacerlo, pues ya no aguanto más, como si una fuerte presión se incrustara en mi pecho. Quiero darles las gracias por estar ahí cuando yo las necesitaba, y siento mucho no poder corresponder ese cuidado y dedicación que me ofrecieron en su momento. Ya estoy mayor. Sé que suena a excusa, y seguramente lo sea, pero ya tengo setenta y cinco años, y sé que mis energías no dan más de sí. Por eso les pido que me perdonen, y me guarden en su corazón. Les quiero>>.





(Tres días más tarde)


- Mire esto inspector. El hombre dejó una carta.
- Interesante. Es una carta de despedida para su mujer e hija.
- Pero no consta que este hombre se haya casado o haya tenido hijos.
- Pobre hombre. Escribiendo emotivas cartas a personas que no existen. Vamos Rodríguez, hay que llevar el cadáver al depósito.



Tres caras de una misma moneda

PRÓLOGO


Podría cuestionarme cuándo empezar, dónde empezar y cómo empezar. A mí sinceramente me da igual. Para mí lo importante es empezar, así que empezaré… dudando. Pues no sé cuánto tiempo viviré, no sé qué hago aquí, no sé a dónde voy, no sé quién soy; ni siquiera sé porqué estoy escribiendo esto. Todas estas incertidumbres me matan y al mismo tiempo me dan vida, una vida llena de preguntas. Algunas son sencillas, otras me quitan el sueño.

¿Cuánto tiempo nos cuesta asimilar un gran cambio en nuestra vida?, ¿cómo llegamos a conseguirlo?, ¿y por qué no estamos preparados para los cambios? Por supuesto yo no tengo la respuesta para cada pregunta, si no de qué me sirve planteármelas.
Quizá nunca consiga contestarlas. Podría decir que con la experiencia, madurez y actuación adecuadas lograría averiguar cuánto, conocer cómo y desvelar porqué, pero dudo tener el valor necesario para afirmar tal locura.

Es abrumador saber que durante toda nuestra vida soportamos reveses inesperados, y aún así no somos capaces, después de todas esas vivencias, de encajar el cambio más previsible de todos. La muerte.


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Oía varias voces que me llamaban: <<despierta mamá>>…<<Alicia>>… Me desperté y me encontré a mi hijo y mi marido con gesto muy preocupado. <<¿Estás bien?>>, me decían, <<te has quedado dormida>>. Abrí los ojos y me vi sentada en una butaca de una gran sala, a la cual no sé ni cómo llegué ni cuándo.

Aquel era un sitio muy extravagante. Los halógenos estaban en el suelo en vez de en el techo, las macetas estaban en el techo en vez de en el suelo y las escaleras no llevaban a ninguna parte, acababan en las paredes sin una puerta que abrir. Penetraba una intensa luz blanca que iluminaba toda la sala dejándome más desorientada aún. Era… un museo.
Notaba algo extraño; una tranquilidad cálida que me adormecía. Como si el naranja de las paredes me envolvieran para atraparme y así formar parte de ellas.

Me explicó mi marido que habíamos ido a aquel museo con mi hermana, porque a ella le comentaron que estaba muy bien. Pero… ¿mi hermana? <<Se ha ido a ver un cuadro>>, me dijeron.
Tardamos en encontrarla. Aunque el museo parecía pequeño, se me hizo muy grande conforme caminaba en él. Estaba con mi marido, mi hermana y mi hijo, y a pesar de que sabía que eran ellos, percibí algo raro.
Quería irme del museo y no sabía muy bien porqué. Pero mi hermana y mi marido se negaron, <<te recomiendo que veas la exposición hermanita>>… <<debemos ver la exposición Alicia, ya que entramos…>>, dijo mi marido.

Sin embargo, mi hijo quería irse a toda costa. Llegando a llorar para lograr su objetivo, actitud poco frecuente en él.
No obstante, además de mi repentina aparición en ese escalofriante museo, la negativa de mi marido y hermana a irnos y el comportamiento insólito de mi hijo, advertí algo mucho más inquietante… su vocabulario. Pues mi marido empezaba a chirriarle la palabra “debemos”, y lo mismo le pasaba a mi hijo y hermana, los cuales repetían insistentemente “te recomiendo” y “quiero” respectivamente.

Mi marido y mi hermana nos bombardeaban a mi hijo y a mí, <<vamos, debemos ver la exposición antes de que cierren>>… <<sí, vamos. Vas a aprender mucho con ella>>. Parecía que uno lo hacía por obligación y la otra por mostrarme una cosa importante.
En cualquier caso me fui, les pedí que me dejaran en paz para recolocarme mentalmente; en realidad iba a buscar una salida, no soportaba más esa insistencia surrealista. Pero no encontraba ninguna salida, entonces fue cuando me asusté de verdad. Me dije a mí misma que simplemente estaba nerviosa, y me agobié más aún.

Me negué el que no pudiera salir de aquel dichoso museo, me lo negué con todas mis fuerzas a ver si se hacía realidad. Y como era de esperar no solucioné nada y rompí a llorar.










Me encontraron llorando acurrucada en una de esas puñeteras escaleras que no llevaban a ninguna parte.
Ni se inmutaron al verme sollozar. Permanecieron firmes, pétreos ante mi lamento. Solo mi hijo se arrodilló ante mí; pero no para consolarme, si no para decirme que el también quería irse.
<<No le hagas caso Alicia>>, y lo agarró mi marido fuertemente del brazo.

<<Buscabas la salida hermanita>>, me dijo risueña. <<Tienes que ver y comprender la exposición para conseguir encontrar la puerta>>. Y me di cuenta de la locura que me había dicho mi hermana, puesto que yo ya había recorrido el museo en busca de la salida; en esa búsqueda observé que los cuadros estaban en blanco, y las esculturas solo eran piedras brutas sin forma.
¿Como sería posible entender unas obras que no existen?

Arremetí contra ellos. Gritándoles, amenazándoles, empujándoles, intentando convencerles de que no había exposición. <<No hay obras>>, decía cada vez más angustiada. Hasta que salí corriendo.










Corrí lo más rápido que pude. No sabía hacía dónde estaba huyendo, solo sabía que huía… hasta que vi un cuadro. <<No está en blanco>>, dije casi con alegría. Y de hecho, al lado había otro cuadro que tampoco estaba en blanco.
En el primer cuadro se vislumbraba una lluvia tormentosa que le daba un ambiente triste y lóbrego. En el segundo solo logré ver la sombra de un niño que avanzaba hacía una luz cegadora.

<<Por fin puedes entender las obras>>, me dijo mi hermana llegando por detrás. <<Sí, pero solo puedo ver estos dos cuadros>>, le conteste con la voz entrecortada por el susto de su aparición tan espontánea. <<Si en lugar de huir aceptaras de una vez ver el museo, podrías ver todas las obras>>. <<Si ya he visto el museo>>, respondí muy segura. <<No. Has recorrido el museo buscando una salida. Y ahora te pido que recorras el museo para llegar a ver las obras, y así entender lo que quieren decir>>. <<¿Dónde están mi marido y mi hijo?>>, le comenté. <<Siguen discutiendo. Uno diciendo lo que quiero hacer, y otro imponiendo lo que se debe hacer>>. Mi hermana me cogió de la mano, y al final acepté ver la exposición.
De todas formas qué podía hacer.










Por primera vez, pude relajarme en aquel maldito museo. Todavía no entendía las obras pero capté una peculiar belleza en ellas y el museo. Aunque no observaba nada en ellas, me di cuenta que estaban puestas en una determinada posición. Así que me alejé lo suficiente y… para mi asombro, leí con una increíble nitidez la palabra “accidente”. Mi hermana me sonrió, y de repente, todas los cuadros dejaron de estar en blanco para mostrarme unas imágenes que me eran familiares.
En los cuadros aparecía mi marido, mi hermana y mi hijo. Como nos preparábamos para ir al museo, y como los dos últimos cuadros del “accidente” eran aquellos que pude describir desde un principio.
Ya recordaba todo. Tuvimos un accidente de tráfico de vuelta a casa, cuando abandonamos el museo. Entonces giré ciento ochenta grados y contemplé el verdadero museo; con sus halógenos en el techo, las macetas en el suelo, y unas escaleras coherentes que no chocaban con las paredes.
<<Así que… mi marido, mi hijo y tú… ¿quiénes son ustedes?>>, pregunté con más curiosidad que con miedo.
<<Somos tú>>, respondió mi hermana… o por lo menos un espejismo de ella.
Me señaló con el dedo índice hacia una puerta; era la salida.
Me acompañó hasta ella, <<¿qué hay al otro lado?>>, pregunté.
<<Soy tú. Si tú no lo sabes… yo tampoco>>. Atravesé la puerta y me cegó una luz muy fuerte. Como si al otro lado de la puerta estuviera el sol esperándome.




miércoles, 19 de junio de 2013

El mono, la paloma y la serpiente

En una casa muy particular vivía un mono, una paloma y una serpiente.
La paloma y la serpiente se mofaban continuamente del mono, llamándolo tonto e inútil.

Un día como otro cualquiera, la serpiente y la paloma se fueron a trabajar dejando solo al mono en la casa, ya que este no trabajaba. El mono decidió salir un momento a buscar plátanos pues estaba hambriento.

La paloma, la serpiente y el mono llegaron al mismo tiempo.
La paloma le reprocho al mono el haber abandonado la casa puesto que ninguno de ellos se llevaron una llave para abrir la puerta.
El mono quiso decir algo pero ni la paloma ni la serpiente lo dejaron.

En su intento de entrar a la casa,
la paloma sobrevoló la azotea para poder entrar, pero se enredó con unas cuerdas que había.
Y en el otro lado,
la serpiente intentó reptar hasta el interior de la casa a través de una tubería, pero quedó atrapada en ella.

Finalmente el mono, a quien no le habían dejado hablar anteriormente, abrió la puerta de la casa con solo empujarla, entrando de la manera más simple imaginable.





 Moraleja: muchas veces la respuesta más sencilla es la correcta.



El asesino

<< Tendré que salir de la ciudad para mayor discreción, no puedo montar un espectáculo cada vez que realizo mi trabajo. Veo que han pasado 15 minutos, todavía le quedan otros 15.
Sí, aquí estará bien. Un polígono industrial abandonado donde solo hay drogadictos>>.

– Vamos sal – el asesino saca del maletero de su coche a un hombre atado y amordazado. – Colócate ahí, en la pared. ¡Colócate! – golpea violentamente al hombre amordazado para que obedezca.

<< Ahora solo tengo que coger la pistola, poner el silenciador y disparar una única bala a la cabeza.
Pero siempre igual, siempre suplican. No tiene ni idea de que no le voy a perdonar la vida; aunque pensándolo bien, este hombre no me ha hecho nada, no tendría nada que perdonar. No obstante, este es mi momento favorito, justo antes de apretar el gatillo.
Ver a un hombre rendido, llorando delante de mí. Seguramente esté pensando en que ya no habrá más cumpleaños, ni fiestas con los amigos, ni vacaciones, ni folleteos nocturnos y casuales, ni siquiera recuerdos de infancia. Yo acabaré con todo en 0,8 segundos.
Bien. Pongo el silenciador, quito el seguro, levanto la pistola hasta la altura de su cabeza, observo por última vez a mi víctima temblorosa suplicando por seguir vivo y... boom, muerto. Ya está, acabo de arrebatar una vida: una vida con sus alegrías y tristezas, una vida que tenía sueños y esperanzas, con temores y anhelos, una vida con seres queridos que no volverá a ver nunca más, una vida humana>>.



Un pintor extraordinario III

<< Cóncavo perfil dorado irradiado de sol y nubes. Abraza íntimamente a un mar que avanza y recula obedeciendo las leyes de la luna. Salpicando de puntos negros el azul del mar, los bañistas disfrutan de las corrientes y la fuerza espumosa que los hunde y levanta.
La arena ya compactada obsequia de suelo firme para tumbarse y absorber la brisa fresca. El color y la luz del mediodía envuelve todo cuanto es palidez, quitando el frío y la oscuridad de los edificios de la ciudad>>.




Conversación de manicomio II

Paciente 1: ¿Qué harás cuando salgas de aquí?

Paciente 2: Intentaré que no vuelvan a meterme.

Paciente 1: Entonces no harás ninguna locura.

Paciente 2: Exacto.

Paciente 1: Pues yo voy a hacer más locuras que nunca.

Paciente 2: ¿Es qué quieres quedarte aquí para siempre?

Paciente 1: No, pero tampoco quiero aburrirme fuera. Quiero divertirme, y ser normal es muy aburrido
                  para dos locos como nosotros.

Paciente 2: Entonces... ¿quieres destacar entre los demás?

Paciente 1: Quiero divertirme y hacer lo que a mí me parece divertido, no lo que a los demás les parece
                  divertido.

Paciente 2: ¿Y qué locuras piensas hacer para divertirte?

Paciente 1: Bailar en medio de la calle mientras canto mi canción favorita. Hablar con los demás
                  amistosamente aunque no los conozca. Dar una sonrisa a todos los que quieran recibirla.  
                  Comer y beber cuando tenga hambre o sed, y no cuando se supone que debo hacerlo.
                  Estudiar lo que a mí me guste. No acomplejarme por mi cuerpo. Aceptar los defectos de los
                 demás y agradecer sus virtudes. Y sobre todo, como sé que podemos morir en cualquier
                 momento, vivir cada día como si fuera el último.

Paciente 2: Pero eso no son locuras. Eso es lo que deberíamos hacer todos para divertirnos y vivir    
                  mejor.

Paciente 1: Sí, pero creo que los que no están locos como nosotros todavía no lo saben.



Historia de un vagabundo II

Nuestro vagabundo se resguarda en un zaguán para huir del calor insoportable de un verano demasiado cálido. Sorteando poco a poco el sol entre las sombras de los edificios, camina sin rumbo para encontrar alimento. Sabe que es difícil encontrar nada que llevarse a la boca, las calles están muy limpias y los contenedores bien cerrados, como si los demás no quisieran que nuestro vagabundo sobreviviese a este día.

Sigue caminando, cansado por el ejercicio y exhausto por el calor. Se acomoda entre los arbustos de un parque, están templados. Poco a poco un niño se acerca, con la inocencia que solo sabe dar los pocos años de existencia. Le ofrece a nuestro vagabundo un zumo que ni siquiera a probado, dejándolo caer para que pueda ser aprovechado por nuestro desvalido trotamundos. Y mientras se alimenta, el niño acaricia suavemente la cabeza del hambriento pero agradecido vagabundo.




Axiomas I


"La vejez del ser no se mide en experiencias vividas, sino en experiencias sin vivir".

"Un libro es un puente a una experiencia nueva, pero un lápiz y un folio en blanco es el transporte hacia el desarrollo de muchas experiencias".

"La realidad la crea uno mismo, pero la distorsionan los demás"

"Debemos saber para que no nos engañen; aprender para rectificar nuestros errores; avanzar para no quedarnos atrás; y pensar para saber que si avanzamos aprenderemos a vivir mejor".

"Disfruta de la soledad tanto como disfrutas de la compañía de un buen amigo".