<<Cuando haya llegado esto a sus manos, significará que ya no estaré. Y aunque quisiera despedirme de todos y cada uno de mis allegados, no puedo. Así que, he elegido a las dos personas más importantes de mi vida: mi mujer Elena y mi hija Marta. No sé como explicar exactamente lo que me impulsa a hacer esta locura, a marcharme, a dejarlas solas. Pero sé que tengo que hacerlo, pues ya no aguanto más, como si una fuerte presión se incrustara en mi pecho. Quiero darles las gracias por estar ahí cuando yo las necesitaba, y siento mucho no poder corresponder ese cuidado y dedicación que me ofrecieron en su momento. Ya estoy mayor. Sé que suena a excusa, y seguramente lo sea, pero ya tengo setenta y cinco años, y sé que mis energías no dan más de sí. Por eso les pido que me perdonen, y me guarden en su corazón. Les quiero>>.
(Tres días más tarde)
- Mire esto inspector. El hombre dejó una carta.
- Interesante. Es una carta de despedida para su mujer e hija.
- Pero no consta que este hombre se haya casado o haya tenido hijos.
- Pobre hombre. Escribiendo emotivas cartas a personas que no existen. Vamos Rodríguez, hay que llevar el cadáver al depósito.
Ya había leido esto en tu casa y me sigue pareciendo escalofriante. Guapísimo el fonfo y el diseño del blog. Sigue así, mira todas las visitas que tienes ya.
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