sábado, 23 de noviembre de 2013

Sanatorio

Este no es un lugar común, la gente entra con miedo y sale con alivio. Hay ruidos que recorren desde la primera a la última planta, y miradas que te persiguen a lo largo de los pasillos.
Aquí las bandejas de comida son de cartón, Los camareros que las sirven son auxiliares con uniforme blanco, y los comensales deben comer con las manos para no lastimarse accidentalmente con los cubiertos.
Este es un lugar donde no están todos los que son, donde un momento de silencio no significa paz en el ambiente.

En muchas ocasiones, los internados de este lugar gritan sin motivo aparente, añadiendo a la pulcra e inmaculada higiene del lugar una imagen más tétrica si cabe.
Los improvisados camareros, aquellos que sirven las bandejas de cartón, se equivocan de forma inequívoca dando cubiertos a los comensales que más gritan o molestan.


Dichos comensales terminan muriendo al lastimarse accidentalmente con los cubiertos. ¿Por qué sé que eso pasa? Porque me acaban de traer cubiertos con la bandeja de cartón.


Encerrado

Dueña de mi cuerpo, mente y alma. Eres el tierno aroma que inunda una habitación bien perfumada. El azul del cielo que aparece tras la tormenta. La risa que rompe el silencio de la seriedad.
Eres mi ángel salvador y mi diabla tentadora. Eres el amor que se me escapa noche a noche por cada ventana. Una distracción eterna que se cuela en mis oraciones. Una escapada necesaria para descansar de este castigo hecho monasterio.

Deseo verte y sentirte para que llenes de color mi mundo gris. Para que llenes de detalle cada sonrisa que me otorgas. Para satisfacer nuestro anhelo de dejar de anhelarnos. 
Deseo desmontar las fíbulas de los ropajes que esconden tu irresistible y pecaminoso cuerpo. Los minutos sin tí se hacen horas. Veo tu rostro en los camafeos de mis compañeros. Aunque ver tu cara no es suficiente, pues el no escuchar tu angelical voz es como dejar sin badajo a la campana de nuestro monasterio, el cual me encierra y me castiga alejándome de tí.

Belcebú se apoderó de mi fe, y me incitó a la lujuria como incitó la serpiente a Eva para que mordiese la manzana. Pero ahora soy yo, el hombre, el que cae en la tentación, y tú eres la manzana, querida mía. Tan carnosa y jugosa, fruta prohibida que saciaría mis más bajos instintos.
Tu sexo es una perla, y la moral que nos impide amarnos es la gran y pesada almeja que se cierra cuando nuestras pasiones intentan ser una. No dejo de mirar hacia arriba implorando perdón, y tengo miedo de mirar hacia abajo porque sé que ese será mi destino.
Acabaré profundo, mucho más que el suelo que ahora piso. Y aquel que logró tentarme para que te deseara, recibirá un nuevo huésped para arder en las llamas de su abrasador hogar.  
Si he de morir por amarte, si he de quemarme en el infierno por arder en deseo por tí, moriré y me carbonizaré por el resto de la eternidad. Pero nadie, querida mía, nadie, nos podrá arrebatar el placer de haber juntado nuestros cuerpos en el tierno abrazo del amor. Un amor que no se nos fue concedido por equivocarnos de vida, por no elegir bien el canal que llevaran a nuestras aguas a encontrarse.

Por mí no lo siento, amor mío. Lo siento por tí. Toda la espera y el sufrimiento pasado me han herido de forma merecida, y te han lastimado de manera injusta.
Quizás no seas pura a ojos de la Iglesia y sus decrépitos gobernantes. Pero yo sé, amada mía, y Dios también, que tú eres más pura de corazón que cualquier integrante de este cinismo eclesiástico.


Por eso tú tendrás tu lugar en el paraíso, y yo, y todos los que aquí estamos encerrados, conoceremos con antelación nuestro devenir en este recinto levantado en nombre de Dios, y gestionado en honor a la sinrazón y maldad del hombre.


viernes, 11 de octubre de 2013

Deseo...

Durante su paseo de vuelta a casa, Manuel, un chico corriente y moliente, un chico con amigos pero sin grandes dotes sociales, un chico con encanto pero no demasiadas armas de seducción; encuentra una botella transparente que brilla con luz propia e intermitencia. Manuel, con más curiosidad que temor, cogió la botella y se dispuso a abrirla. Todo se lleno de un humo verde brillante:

– Cof, cof... – tosía Manuel
– Hola. – una voz adulta y firme saludaba al chico
– ¿Quién eres? – se extrañó Manuel al ver un hombre con vestimenta extravagante
– Soy un genio, y me has liberado. Ahora, como muestra de gratitud, te concederé un deseo
– ¿Un deseo? – interrogó incrédulo Manuel
– Así es. Un deseo. El que tú más anheles. – respondió sonriente el genio

Manuel empezó a pensar. ¿Dinero? No, el dinero amarga cuando te falta y convierte tu vida peligrosa cuando te sobra. ¿La paz en el mundo? No, no sabía hasta que punto ese deseo podía repercutir en el planeta y en él mismo.

– Deseo... una chica – dijo convencido el muchacho
– ¿Una chica? – frunció el seño el genio – Tienes que darme más detalles. Descríbemela, dime cómo quieres que sea su personalidad.
– Pues... quiero que sea guapa, ojos marrones y morena de piel. Quiero que sea divertida y risueña. Que solo una de sus sonrisas me alegre el resto del día. Quiero que sea cariñosa y atenta, Que sea sensible e inteligente. Quiero... quiero que... – dijo Manuel dubitativo en última instancia
– Tus deseos son...
– Que sea real. – interrumpió al genio
– ¿Cómo?
– Solo quiero que sea real. Y todo lo que acabo de decir no es real. – explicó Manuel a su mágico oyente
– De acuerdo. Pero yo no puedo concederte lo que quieres. – respondió con pena el genio
– Lo sé. – dijo firme Manuel – Y no me importa así que, no te pediré ningún deseo. Eres libre.
– Gracias, amigo.

Y el genio fue desapareciendo poco a poco ante los ojos atentos y maravillados de Manuel.



jueves, 3 de octubre de 2013

Conocedores del alma humana

Hace ya algún tiempo que escuché por primera vez el término "conocer del alma humana". Un concepto que me intrigó, un concepto que se le atribuían a grandes escritores y pensadores.

Me fascinó ver que esos hombres y mujeres supieran tanto como para conocer el alma de las personas, dado que toda nuestra humanidad está en el alma: sentimientos, ideas, imaginación... todo.
Hasta que me di cuenta de que, aunque estos pensadores y escritores eran muy inteligentes y sabían mucho, solo inspeccionaban las llagas de su propio interior. Y se valían de sus propios traumas y dolores para empezar, desarrollar y concluir grandes razonamientos filosóficos.

Ellos no eran "conocedores del alma humana", pues no podían conocer siquiera la suya propia. Pero sí buscaban respuestas a su dolor en vez de lamentarse y culpar a cualquier otro de su desdicha. Y es que, pese a no conocer del todo el alma humana, intentar indagar en una sola les convierte en un ser sabio y equilibrado.

Por eso creo que a partir de ahora, teniendo en cuenta todo lo tratado anteriormente, llamaré a estos grandes escritores y pensadores "investigadores del alma propia".



miércoles, 2 de octubre de 2013

Cómo hablarle a un niño de 3 años

Para empezar, es indiferente si es niño o niña, dado que el objetivo es dirigirse de manera adecuada a una persona de esa edad.

Aunque tengamos que hablarle con un vocabulario adecuado, debemos abstenernos de vocalizar en exceso y de repetir lo ya dicho en demasía. Un niño de 3 años no es necesariamente idiota, solo está aprendiendo a utilizar el lenguaje. Mas esto será imposible si ven como las personas mayores, que supuestamente dominan el idioma, hablan como si también tuvieran 3 años.

Una vez el niño tenga un vocabulario más que aceptable para su edad, debemos introducir nuevas palabras para extenderlo y acostumbrarlo a oír palabras nuevas y a preguntar el significado de las susodichas.

Recuerden que lo que interesa es que el niño aprenda a hablar correctamente para cuando sea adulto. Pero si le acostumbramos a hablar como un niño de tres se estancará más en esa edad.



Nota del autor: Esta técnica es aplicable a cualquier persona de cualquier edad.



lunes, 30 de septiembre de 2013

Biografía de un cronómetro

Avanza rápido, dejando atrás
lo que arrastra el viento.
Mirada fija en un horizonte
infinito, incesante.

Por encima de todo pasa
sin parar en ningún momento.
Colocando en el olvido
nuestras experiencias importantes.

Frío, impasible e imperturbable
juez de la vida y la muerte.
Verdugo completo de todo
lo vivo y lo inerte.

Sepultas fósiles; esculpes estratos.
Tu caminar frusta jóvenes promesas 
y delirios de grandeza.
Tu detener supondría
eternidad, bucle y tristeza.



Sufrimiento compartido

Un niño se levanta en mitad de la noche. Se tropieza una, dos, y hasta tres veces por la falta de luz en el pasillo. La televisión encendida del salón proporciona claridad para que el niño pueda ver a su madre. Una madre arrodillada ante el sofá, llorando y suplicando al techo "¿por qué?"

El niño se acerca y... "¿mamá?" La madre muestra sus dilatados y húmedos ojos al pequeño. El niño se acerca y le pregunta a la madre que qué le pasa. La madre con una sonrisa le contesta que no le pasa nada, que vuelva a la cama. El niño abraza a su madre y vuelve a su habitación. Y ahí, dentro de las sábanas y en medio de la oscuridad, el niño rompe a llorar.



domingo, 29 de septiembre de 2013

El placer

El placer nos mueve y nos llena.
El placer amarga y condena.
El placer nos ofrece nada y nos quita todo.
El placer puede andar, correr y gatear.
El placer puede pinchar, saltar o empujar.
El placer concentra en un punto
todo nuestro ser.
El placer convierte razón en fe.

El placer fue, es y será de todos.
El placer irrita en lo ajeno
cuando no lo hayamos en lo propio.
El placer está a gusto de todos pero
en boca de pocos.
El placer calla cuando sobran las palabras,
y agita la lengua en una mente despierta.
El placer es vida y muerte.
El placer es desdicha y suerte.



viernes, 6 de septiembre de 2013

Axiomas III

"La sensibilidad es un compromiso entre el mundo y tú. Cuanto más te quieras, más sensible serás con el mundo"


"Siento tristeza hacia la literatura. La pobrecita es muy bella, pero es más apreciable a simple vista la hermosura de la música o la pintura"


"Aunque durante toda tu vida te den todo lo que tengan: cariño, amor, ropa, comida, hogar, y eso sea producto de la generosidad, la paternidad está basada en un planteamiento egoísta: <<quiero tener un hijo>>.
Por eso el máximo exponente de generosidad sería adoptar un niño. Le entregarías todo lo anterior además de su participación: <<¿quieres ser mi hijo>>"


"Todo es más hermoso si se sabe condensar en un espacio pequeño: una pintura, una canción, una foto, un relato corto, una isla..."


"Es muy bonito ver como un adolescente gasta su tiempo en leer un libro y no en ver la televisión"



Axiomas II

"La ergonomía vence a la estética gracias al paso del tiempo"


"El sexo es ese momento pseudomágico entre la sensibilidad del hombre y la furia de la mujer"


"La música, al igual que la pintura o la literatura, se debe apreciar sin ningún tipo de distracción"


"Es muy triste hartarse de estar alegre"


 "La inteligencia es saber explotar tus cualidades y saber mejorar tus defectos"



lunes, 5 de agosto de 2013

Conversación de manicomio IV

Paciente 1: ¿Tú te sientes solo?

Paciente 2: Muchas veces, ¿por qué?

Paciente 1: Porque creo que uno de los motivos por los que estamos aquí es la soledad.

Paciente 2: Pero la soledad no es mala en las dosis adecuadas. Además, debemos por nuestro bien alejarnos del mundo para descansar de él.

Paciente 1: Ya, pero yo hablaba de la soledad intelectual y espiritual. Hablaba de sentirse solo, no de estar solo.

Paciente 2: ¿Y qué diferencia hay?

Paciente 1: Puedes estar solo físicamente, sin nadie a tu alrededor. Pero sentirse solo es que, aun estando acompañado, sabes que nadie te entiende y valora como ser inteligente que eres, lo cual es mucho peor que estar solo físicamente.

Paciente 2: Pero, ¿cómo sabes que te entienden si no están a tu lado? No puedes leer la mente a los demás.

Paciente 1: Te lo demuestran con hechos y palabras que te dan ánimo y fuerza.

Paciente 2: Vale. Mas si no están a tu lado, no podrán mostrarte su apoyo. Entonces te sentirías solo.

Paciente 1: Antes te dije que no era lo mismo estar solo físicamente que sentirse solo.


Paciente 2: No. En realidad sentirse es la consecuencia de estar solo. Primero no tienes a nadie a tu lado, y como no ves apoyo y valoración pasas de estar solo a sentirte solo.

Historia de un vagabundo V

Nuestro vagabundo recorre los parques y fuentes donde se acumula la muchedumbre. El verano, pese a no ser tan caluroso, provoca a la gente el deseo de refrescarse.
A nuestro trotamundos favorito le mojan de forma fortuita. Y aun agradeciendo el chaparrón, se aleja de la agobiante cantidad de personas que se amontonan alrededor de la fuente.
Parece que a nuestro vagabundo le gusta la gente, pero no en grandes cantidades.


Puzzle de una sola pieza (Poema)

La luz se refleja en tus ojos
como en un charco poco profundo.
Tempestad escondida en tu sien
que atisbo en tu mirar iracundo.

– ¿Equivocado estoy? – pienso.
– ¡Equivocada está! – grito.
Y con mis labios musito,
– equivocado está ninguno.

No es solo el rechazo
quien atraviesa el agujero de tu indiferencia.
No es solo la intriga quien construye tu férrea ciclotimia.

Es la corrosiva e intrínseca esperanza
que aguardo dentro de mis suspiros gélidos.
Es la obstinada sin razón de mi ello
que ansía tu sexo famélico.


Conversación de manicomio III

Paciente 1: ¿Te gustaría formar una familia algún día?

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿Por qué? No quieres casarte y tener hijos.

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿No quieres estar acompañada por gente que te quiere y te cuida?

Paciente 2: La gente solo te quiere si les tratas bien. Da igual que sea tu familiar o no.

Paciente 1: Pero la familia te apoya en los momentos malos.

Paciente 2: Solo te apoyan si les demuestras que serán correspondidos y premiados por ello. La familia solo son ajenos que comparten material genético contigo.

Paciente 1: Pero, ¿tus padres son ajenos a ti?

Paciente 2: Yo no hablo de familiares que conviven durante años contigo. Esos si se pueden considerar familia. Los ves todos los días y los conoces medianamente bien.

Paciente 1: ¿Medianamente bien? Es que ni siquiera no puedes conocer totalmente a tus padres.

Paciente 2: Dudo mucho que podamos conocernos a nosotros mismos, imagínate a otras personas.

Paciente 1: Entonces... si no nos conocemos a nosotros mismos del todo, ¿cómo puedes decir que no vas a tener hijos? A lo mejor si los quieres tener pero no conoces esa faceta de tí.


Paciente 2: Pues creo que tienes razón.

Un pintor extraordinario VIII

<<El viento aumenta y disminuye el tamaño de las colinas doradas. Inquietas, brillantes y granulados colinas que danzan al son de un buen e intermitente cantante>>.

Historia de un vagabundo IV

Nuestro vagabundo pasea por una ciudad embriagada de primavera; sol, temperatura agradable, flores por doquier. Disfruta de las vistas, y sobre todo, disfruta del paso del invierno, que hasta dentro de unos meses no volverá.
Desea compartir este día tan dichoso con alguien, aunque sea un desconocido. Por eso se dirige a un parque lleno de gente; niños jugando con la pelota, padres hablando del buen tiempo que hace. 

Nuestro vagabundo se convierte en espontáneo e improvisado jugador. Los niños le tiran la pelota y él va a buscarla felizmente, devolviéndola con la misma alegría con la que fue buscarla. Dejando para más tarde la necesaria y diaria tarea de alimentarse para sobrevivir.

Esperando (Poema)

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

El viento y el tiempo van pasando.
El sol estimula mi piel con su luz,
el cual poco a poco me va calentando.

Cruje mi espalda con una estirada reconfortante.
Mis ojos apuntan al papel que estoy rayando,
mis ojos apuntan al papel que tengo delante.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Avanza constante el minutero.
Casi noto como el sol se va moviendo
en una tarde vacía de mes veraniego.

El cielo despejado propicia sudor en mis axilas.
Mi pelo arde al sol de la tarde,
esperando al amigo que llegando camina.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Un pintor extraordinario VII


<<Un volcán en erupción. Un río anaranjado y brillante de lava y fuego. Todo es yermo, todo está muerto a su alrededor. Y en medio de aquella destrucción, en medio de aquel cataclismo, un brote verde alzámdose entre el rojo y el naranja de la arrasadora hecatombe de la violencia>>.

Ojos verdes, tez morena (Poema)

Verte alivia la esperanza
de un corazón marchito.
Saborearte supondría
cumplir un deseo infinito.

Acaricio tus mejillas con mi imaginación,
pues mi manos son prisioneras del miedo.
Noche a noche obtengo en mis sueños ocasión
de con Morfeo alcanzar el desenfreno.

te acercas y me alejo, 
hablas y me callo,
susurras y me estremezco,
sonríes y caigo.

Si siempre será así prefiero confesar.
Sin suerte mi corazón romperás,
y con ella solo me humillarás.

Historia de un vagabundo III

Es una noche oscura, solo la luna ofrece alivio a los ojos diurnos de nuestro vagabundo. Tanteando constantemente su paseo, nuestro vagabundo indaga las entrañas de la ciudad. Asfalto, aceras, edificios, callejuelas, un laberinto de hormigón, cemento y alquitrán que perturbaría la orientación de cualquiera.
A este lúgubre paisaje se le une el frío de un otoño próximo al invierno. El vagabundo tirita mientras trota el camino hasta su próxima cama, la cual siempre es nueva y desconocida.


Nuestro querido viajante encuentra asilo en un edificio abandonado. Seguidamente se tumba en lo más profundo del edificio para que el frío no cale en su maltrecho esqueleto. Oye pasos próximos e irregulares; cada vez más cerca, cada vez más fuertes. Nuestro vagabundo se levanta alerta y asustado pero, solo es un compañero de oficio. Y debido a la camaradería que solo las situaciones precarias son capaces de dar, el desconocido obsequia con una manta a nuestro hipotérmico vagabundo.

Un pintor extraordinario VI

<<Grandes y lujosos rascacielos rozan las nubes con su desorbitada altura. Dentro de ellos se aprecia gente de bien ocupada en sus tareas cotidianas.

Justo al pie de dichos rascacielos, se amontonan muchas chabolas. Gente humilde y trabajadora. Delincuentes y maleantes. Ubicados en lo más bajo de la imagen>>.

Mi resultado

Soy la suma de los meses de mis padres, y la media aritmética de sus días.

5+4=9

7+13=20; 20:2=10

10 de Septiembre

Un pintor extraordinario V

<<Un lobo acecha a un bebé perdido y desnudo en un claro de un bosque en un día nublado. El lobo está cerca, salivando el jugo de la digestión de su inminente presa.

Entre los árboles aparece un hombre rudo y corpulento dispuesto a salvar al indefenso infante. Mientras tanto, un haz de luz rompe el nublado cielo e ilumina al hombre que entregará su vida por salvar al niño>>.

Año

Enero gris y melancólico, incitas a la reflexión y al drama. Esperas sentado a que la luz temprana encienda el día y a que la rápida oscuridad apague el cielo. Días de frío y lluvia, días de viajes fugaces, días de abrazos cálidos. Días cortos pero intensos los tuyos Enero.

Febrero rojo y pequeño, pasas sin que me dé cuenta. Convocas al amor con tu fiesta para reclamar atención. Mas eres muestra de todo lo que no es Enero: vivaz, furioso, activo. Supones para tus días un reto.

Marzo violeta y trabajador, te encargas de inculcarnos tu dedicación incansable en nuestras tareas. Eres sustento y esfuerzo para tus antecesores y sucesores. Y lejos de convertirte en pesadilla del año por tu trabajo, te forjas como modelo verosímil para tus hermanos.

Abril rosa y húmeda, soportas el solsticio con gracia y alegría. Dicharachero y fogoso eres y te muestras entre tus hermanos e hijos. Invitas a bailar con tu simpática mezcolanza de ternura y carácter.

Mayo negro y pendenciero, eres la rectitud y la disciplina. Provocas ira y sublevación, pero transformas el error en aprendizaje.

Junio y Julio, gemelos vestidos de amarillo, perezosos ante el júbilo del buen tiempo. Se encargan de establecer el puente entre Mayo y Agosto.

Agosto azul y tolerante. Tranquilo por naturaleza repartes comprensión y atención. Adormeces todo cuanto es estrés a tus vástagos tras los bochornosos Junio y Julio.

Septiembre verde y equilibrado. Fruto del verano ya pasado, tu temperatura es suave y benévola. Enfrentas final y comienzo en todo tu ser, dando un cúmulo de sensaciones a tus agradecidos días.

Octubre naranja y nostálgico. Caes en tus recuerdos como caen las hojas de los árboles en tus días. Provocas paseos y charlas de atardecer. Tus días regalan un sol brillante y tibio como obsequio a los mortales.

Noviembre marrón y reservado. Eres puro misterio para tus hijos y hermanos. Nublas el cielo con tus secretos, y mojas la tierra con tu llanto sordo. Eres indescriptible e indescifrable.

Diciembre blanco y concluyente. Otorgas tristeza y esperanza con el fin y el comienzo de un nuevo año. Recurres a la fiesta para entrar en calor. Tu extrovertida personalidad silencia los secretos de Noviembre. Respetuoso como el que más, das paso nuevamente a Enero.

Un pintor extraordinario IV

<<Los altos y escarpados acantilados se tuestan al sol, el cual calienta constantemente en los días despejados. La costa cartografía una silueta irregular y hermosa mediante las rocosas formaciones.
El mar acaricia por tiempo indefinido la base de los abruptos acantilados, esculpiendo redondeadas formas y materiales. Y el viento vehemente choca en los gigantes muros de piedra bañados por el mar>>.

miércoles, 10 de julio de 2013

Viaje en avión

Aquí apretado, contemplando el claro y potente cyan del cielo troposférico. Veo personas leyendo, viendo películas, escuchando música, durmiendo. Pero todavía, en los muchos viajes que he hecho, no he visto nadie escribiendo en un papel.



jueves, 4 de julio de 2013

¿Por qué cualquier tiempo pasado nos parece mejor?

Siempre que miramos atrás, siempre que visualizamos tiempos pasados, tenemos la falsa creencia de que esos hechos ya acaecidos eran sencillos. Creemos que aquella época de hace cinco, siete, quince, veinte años era menos complicada que la que vivimos actualmente. Deseando incluso volver a esa época ya pasada; y de ahí la frase "cualquier tiempo pasado parece mejor". Y aunque en la frase se menciona que solo "parece", la mayoría de las personas se obcecan en sustituir este aclaratorio verbo por el de "ser": "cualquier tiempo pasado es mejor". No nos confundamos, cualquier tiempo pasado parece, pero no es mejor.
Este engaño es muy potente debido a la certidumbre que ofrece el pasado. La certidumbre nos da seguridad, y nosotros queremos sentirnos seguros. Pero cuando nosotros vivíamos en esa época pasada también nos sentíamos como ahora; perdidos e inseguros. Mas al cabo de un par de años, y por el simple hecho de conocer nuestro devenir, veremos esta etapa actual, que será la pasada, mejor y más sencilla.
Afrontemos nuestro futuro con valentía, sopesando lo bueno y lo malo. Puede que el futuro sea peor que el pasado, es cierto. Pero también existe la posibilidad, y no tan remota como nos suele parecer, de que el futuro sea mejor. No nos dejemos engañar por la falsa seguridad de la certidumbre del pasado.


El reino de las musas

Imposible pero verosímil. Extraño pero familiar. Siniestro pero alegre. Desconcertante pero aclaratorio. Navegas por un submundo profundo y desconocido que te lleva a miedos y placeres ocultos en tu ser. Inspiración absoluta que encontramos a medio camino entre lo imaginativo y lo lógico. Fugaces ráfagas de locura que penetran tu sentido común, nublando el cristal opaco de los convencionalismos y los modelos.
Vivencias muy intensas apenas recordadas, constructor improvisto de ilusiones, usurpador de ideas propias. Como si de una película se tratase evocas y destruyes fotograma a fotograma, rápido e intermitente.
Recuerdos falsos perturbados por el eco del ello. Encerrado en su jaula de cristal opaco, vejado e ignorado. Eres el alivio de un instinto longevo. Eres el castigo de una razón joven. Eres la continuación de la vigilia en la noche.


Arte y ciencia

Cierto es que no son iguales, mas hoy en día nos empecinamos demasiado en establecer su inexistente oposición. El arte y la ciencia no son tan dispares como creemos. Siempre hay algo de ciencia en el arte, o algo de arte en la ciencia. La posibilidad de complementarlas potenciaría a ambas enormemente en un sinfín de recursos, ideas y creaciones.
Un arquitecto que sobre el papel eleva un futuro edificio, un pintor que plasma el reflejo de la luz visible, un bailarín que impulsa grácilmente sus fibras musculares, un músico en busca de la proporción musical.
El arte es el atractivo de la creación humana, la ciencia es el análisis de dicha creación. El arte es la pasión carnal, y la ciencia la sana amistad; ambas hermosas formas de amar con reglas y compromisos distintos.
La ciencia son los cimientos que sostienen la casa. El arte es la decoración que alegra el hogar.


Inteligente creatividad

La inteligencia supone ciertas aptitudes fáciles de establecer: memoria, comprensión, comunicación... pero dejamos de lado la creatividad. Por desgracia, no se puede enseñar a ser creativo, y aunque así fuera, en la educación pública parece interesarles bien poco la creación original de sus alumnos. Atrofiándose irremediablemente esa aptitud de la inteligencia tan única e infravalorada.

¿Son más inteligentes las personas que saben resolver problemas matemáticos, o las personas que saben componer, de la nada, una canción? La creación nos hace únicos. Somos capaces de alterar y modificar nuestro entorno con nuestra creatividad. El espíritu creativo te atrapa y te embriaga con sus infinitas posibilidades y su tierno aroma a desafío.

La creatividad proporciona liberación a nuestra inteligencia, plasmándose la misma en el mundo físico, tangible, observable. La inteligencia nos da la creatividad. Y la creatividad nos ofrece que, desde la nada, hagamos todo.


Moribundo

<<Cuando haya llegado esto a sus manos, significará que ya no estaré. Y aunque quisiera despedirme de todos y cada uno de mis allegados, no puedo. Así que, he elegido a las dos personas más importantes de mi vida: mi mujer Elena y mi hija Marta. No sé como explicar exactamente lo que me impulsa a hacer esta locura, a marcharme, a dejarlas solas. Pero sé que tengo que hacerlo, pues ya no aguanto más, como si una fuerte presión se incrustara en mi pecho. Quiero darles las gracias por estar ahí cuando yo las necesitaba, y siento mucho no poder corresponder ese cuidado y dedicación que me ofrecieron en su momento. Ya estoy mayor. Sé que suena a excusa, y seguramente lo sea, pero ya tengo setenta y cinco años, y sé que mis energías no dan más de sí. Por eso les pido que me perdonen, y me guarden en su corazón. Les quiero>>.





(Tres días más tarde)


- Mire esto inspector. El hombre dejó una carta.
- Interesante. Es una carta de despedida para su mujer e hija.
- Pero no consta que este hombre se haya casado o haya tenido hijos.
- Pobre hombre. Escribiendo emotivas cartas a personas que no existen. Vamos Rodríguez, hay que llevar el cadáver al depósito.



Tres caras de una misma moneda

PRÓLOGO


Podría cuestionarme cuándo empezar, dónde empezar y cómo empezar. A mí sinceramente me da igual. Para mí lo importante es empezar, así que empezaré… dudando. Pues no sé cuánto tiempo viviré, no sé qué hago aquí, no sé a dónde voy, no sé quién soy; ni siquiera sé porqué estoy escribiendo esto. Todas estas incertidumbres me matan y al mismo tiempo me dan vida, una vida llena de preguntas. Algunas son sencillas, otras me quitan el sueño.

¿Cuánto tiempo nos cuesta asimilar un gran cambio en nuestra vida?, ¿cómo llegamos a conseguirlo?, ¿y por qué no estamos preparados para los cambios? Por supuesto yo no tengo la respuesta para cada pregunta, si no de qué me sirve planteármelas.
Quizá nunca consiga contestarlas. Podría decir que con la experiencia, madurez y actuación adecuadas lograría averiguar cuánto, conocer cómo y desvelar porqué, pero dudo tener el valor necesario para afirmar tal locura.

Es abrumador saber que durante toda nuestra vida soportamos reveses inesperados, y aún así no somos capaces, después de todas esas vivencias, de encajar el cambio más previsible de todos. La muerte.


...
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Oía varias voces que me llamaban: <<despierta mamá>>…<<Alicia>>… Me desperté y me encontré a mi hijo y mi marido con gesto muy preocupado. <<¿Estás bien?>>, me decían, <<te has quedado dormida>>. Abrí los ojos y me vi sentada en una butaca de una gran sala, a la cual no sé ni cómo llegué ni cuándo.

Aquel era un sitio muy extravagante. Los halógenos estaban en el suelo en vez de en el techo, las macetas estaban en el techo en vez de en el suelo y las escaleras no llevaban a ninguna parte, acababan en las paredes sin una puerta que abrir. Penetraba una intensa luz blanca que iluminaba toda la sala dejándome más desorientada aún. Era… un museo.
Notaba algo extraño; una tranquilidad cálida que me adormecía. Como si el naranja de las paredes me envolvieran para atraparme y así formar parte de ellas.

Me explicó mi marido que habíamos ido a aquel museo con mi hermana, porque a ella le comentaron que estaba muy bien. Pero… ¿mi hermana? <<Se ha ido a ver un cuadro>>, me dijeron.
Tardamos en encontrarla. Aunque el museo parecía pequeño, se me hizo muy grande conforme caminaba en él. Estaba con mi marido, mi hermana y mi hijo, y a pesar de que sabía que eran ellos, percibí algo raro.
Quería irme del museo y no sabía muy bien porqué. Pero mi hermana y mi marido se negaron, <<te recomiendo que veas la exposición hermanita>>… <<debemos ver la exposición Alicia, ya que entramos…>>, dijo mi marido.

Sin embargo, mi hijo quería irse a toda costa. Llegando a llorar para lograr su objetivo, actitud poco frecuente en él.
No obstante, además de mi repentina aparición en ese escalofriante museo, la negativa de mi marido y hermana a irnos y el comportamiento insólito de mi hijo, advertí algo mucho más inquietante… su vocabulario. Pues mi marido empezaba a chirriarle la palabra “debemos”, y lo mismo le pasaba a mi hijo y hermana, los cuales repetían insistentemente “te recomiendo” y “quiero” respectivamente.

Mi marido y mi hermana nos bombardeaban a mi hijo y a mí, <<vamos, debemos ver la exposición antes de que cierren>>… <<sí, vamos. Vas a aprender mucho con ella>>. Parecía que uno lo hacía por obligación y la otra por mostrarme una cosa importante.
En cualquier caso me fui, les pedí que me dejaran en paz para recolocarme mentalmente; en realidad iba a buscar una salida, no soportaba más esa insistencia surrealista. Pero no encontraba ninguna salida, entonces fue cuando me asusté de verdad. Me dije a mí misma que simplemente estaba nerviosa, y me agobié más aún.

Me negué el que no pudiera salir de aquel dichoso museo, me lo negué con todas mis fuerzas a ver si se hacía realidad. Y como era de esperar no solucioné nada y rompí a llorar.










Me encontraron llorando acurrucada en una de esas puñeteras escaleras que no llevaban a ninguna parte.
Ni se inmutaron al verme sollozar. Permanecieron firmes, pétreos ante mi lamento. Solo mi hijo se arrodilló ante mí; pero no para consolarme, si no para decirme que el también quería irse.
<<No le hagas caso Alicia>>, y lo agarró mi marido fuertemente del brazo.

<<Buscabas la salida hermanita>>, me dijo risueña. <<Tienes que ver y comprender la exposición para conseguir encontrar la puerta>>. Y me di cuenta de la locura que me había dicho mi hermana, puesto que yo ya había recorrido el museo en busca de la salida; en esa búsqueda observé que los cuadros estaban en blanco, y las esculturas solo eran piedras brutas sin forma.
¿Como sería posible entender unas obras que no existen?

Arremetí contra ellos. Gritándoles, amenazándoles, empujándoles, intentando convencerles de que no había exposición. <<No hay obras>>, decía cada vez más angustiada. Hasta que salí corriendo.










Corrí lo más rápido que pude. No sabía hacía dónde estaba huyendo, solo sabía que huía… hasta que vi un cuadro. <<No está en blanco>>, dije casi con alegría. Y de hecho, al lado había otro cuadro que tampoco estaba en blanco.
En el primer cuadro se vislumbraba una lluvia tormentosa que le daba un ambiente triste y lóbrego. En el segundo solo logré ver la sombra de un niño que avanzaba hacía una luz cegadora.

<<Por fin puedes entender las obras>>, me dijo mi hermana llegando por detrás. <<Sí, pero solo puedo ver estos dos cuadros>>, le conteste con la voz entrecortada por el susto de su aparición tan espontánea. <<Si en lugar de huir aceptaras de una vez ver el museo, podrías ver todas las obras>>. <<Si ya he visto el museo>>, respondí muy segura. <<No. Has recorrido el museo buscando una salida. Y ahora te pido que recorras el museo para llegar a ver las obras, y así entender lo que quieren decir>>. <<¿Dónde están mi marido y mi hijo?>>, le comenté. <<Siguen discutiendo. Uno diciendo lo que quiero hacer, y otro imponiendo lo que se debe hacer>>. Mi hermana me cogió de la mano, y al final acepté ver la exposición.
De todas formas qué podía hacer.










Por primera vez, pude relajarme en aquel maldito museo. Todavía no entendía las obras pero capté una peculiar belleza en ellas y el museo. Aunque no observaba nada en ellas, me di cuenta que estaban puestas en una determinada posición. Así que me alejé lo suficiente y… para mi asombro, leí con una increíble nitidez la palabra “accidente”. Mi hermana me sonrió, y de repente, todas los cuadros dejaron de estar en blanco para mostrarme unas imágenes que me eran familiares.
En los cuadros aparecía mi marido, mi hermana y mi hijo. Como nos preparábamos para ir al museo, y como los dos últimos cuadros del “accidente” eran aquellos que pude describir desde un principio.
Ya recordaba todo. Tuvimos un accidente de tráfico de vuelta a casa, cuando abandonamos el museo. Entonces giré ciento ochenta grados y contemplé el verdadero museo; con sus halógenos en el techo, las macetas en el suelo, y unas escaleras coherentes que no chocaban con las paredes.
<<Así que… mi marido, mi hijo y tú… ¿quiénes son ustedes?>>, pregunté con más curiosidad que con miedo.
<<Somos tú>>, respondió mi hermana… o por lo menos un espejismo de ella.
Me señaló con el dedo índice hacia una puerta; era la salida.
Me acompañó hasta ella, <<¿qué hay al otro lado?>>, pregunté.
<<Soy tú. Si tú no lo sabes… yo tampoco>>. Atravesé la puerta y me cegó una luz muy fuerte. Como si al otro lado de la puerta estuviera el sol esperándome.




miércoles, 19 de junio de 2013

El mono, la paloma y la serpiente

En una casa muy particular vivía un mono, una paloma y una serpiente.
La paloma y la serpiente se mofaban continuamente del mono, llamándolo tonto e inútil.

Un día como otro cualquiera, la serpiente y la paloma se fueron a trabajar dejando solo al mono en la casa, ya que este no trabajaba. El mono decidió salir un momento a buscar plátanos pues estaba hambriento.

La paloma, la serpiente y el mono llegaron al mismo tiempo.
La paloma le reprocho al mono el haber abandonado la casa puesto que ninguno de ellos se llevaron una llave para abrir la puerta.
El mono quiso decir algo pero ni la paloma ni la serpiente lo dejaron.

En su intento de entrar a la casa,
la paloma sobrevoló la azotea para poder entrar, pero se enredó con unas cuerdas que había.
Y en el otro lado,
la serpiente intentó reptar hasta el interior de la casa a través de una tubería, pero quedó atrapada en ella.

Finalmente el mono, a quien no le habían dejado hablar anteriormente, abrió la puerta de la casa con solo empujarla, entrando de la manera más simple imaginable.





 Moraleja: muchas veces la respuesta más sencilla es la correcta.



El asesino

<< Tendré que salir de la ciudad para mayor discreción, no puedo montar un espectáculo cada vez que realizo mi trabajo. Veo que han pasado 15 minutos, todavía le quedan otros 15.
Sí, aquí estará bien. Un polígono industrial abandonado donde solo hay drogadictos>>.

– Vamos sal – el asesino saca del maletero de su coche a un hombre atado y amordazado. – Colócate ahí, en la pared. ¡Colócate! – golpea violentamente al hombre amordazado para que obedezca.

<< Ahora solo tengo que coger la pistola, poner el silenciador y disparar una única bala a la cabeza.
Pero siempre igual, siempre suplican. No tiene ni idea de que no le voy a perdonar la vida; aunque pensándolo bien, este hombre no me ha hecho nada, no tendría nada que perdonar. No obstante, este es mi momento favorito, justo antes de apretar el gatillo.
Ver a un hombre rendido, llorando delante de mí. Seguramente esté pensando en que ya no habrá más cumpleaños, ni fiestas con los amigos, ni vacaciones, ni folleteos nocturnos y casuales, ni siquiera recuerdos de infancia. Yo acabaré con todo en 0,8 segundos.
Bien. Pongo el silenciador, quito el seguro, levanto la pistola hasta la altura de su cabeza, observo por última vez a mi víctima temblorosa suplicando por seguir vivo y... boom, muerto. Ya está, acabo de arrebatar una vida: una vida con sus alegrías y tristezas, una vida que tenía sueños y esperanzas, con temores y anhelos, una vida con seres queridos que no volverá a ver nunca más, una vida humana>>.



Un pintor extraordinario III

<< Cóncavo perfil dorado irradiado de sol y nubes. Abraza íntimamente a un mar que avanza y recula obedeciendo las leyes de la luna. Salpicando de puntos negros el azul del mar, los bañistas disfrutan de las corrientes y la fuerza espumosa que los hunde y levanta.
La arena ya compactada obsequia de suelo firme para tumbarse y absorber la brisa fresca. El color y la luz del mediodía envuelve todo cuanto es palidez, quitando el frío y la oscuridad de los edificios de la ciudad>>.




Conversación de manicomio II

Paciente 1: ¿Qué harás cuando salgas de aquí?

Paciente 2: Intentaré que no vuelvan a meterme.

Paciente 1: Entonces no harás ninguna locura.

Paciente 2: Exacto.

Paciente 1: Pues yo voy a hacer más locuras que nunca.

Paciente 2: ¿Es qué quieres quedarte aquí para siempre?

Paciente 1: No, pero tampoco quiero aburrirme fuera. Quiero divertirme, y ser normal es muy aburrido
                  para dos locos como nosotros.

Paciente 2: Entonces... ¿quieres destacar entre los demás?

Paciente 1: Quiero divertirme y hacer lo que a mí me parece divertido, no lo que a los demás les parece
                  divertido.

Paciente 2: ¿Y qué locuras piensas hacer para divertirte?

Paciente 1: Bailar en medio de la calle mientras canto mi canción favorita. Hablar con los demás
                  amistosamente aunque no los conozca. Dar una sonrisa a todos los que quieran recibirla.  
                  Comer y beber cuando tenga hambre o sed, y no cuando se supone que debo hacerlo.
                  Estudiar lo que a mí me guste. No acomplejarme por mi cuerpo. Aceptar los defectos de los
                 demás y agradecer sus virtudes. Y sobre todo, como sé que podemos morir en cualquier
                 momento, vivir cada día como si fuera el último.

Paciente 2: Pero eso no son locuras. Eso es lo que deberíamos hacer todos para divertirnos y vivir    
                  mejor.

Paciente 1: Sí, pero creo que los que no están locos como nosotros todavía no lo saben.



Historia de un vagabundo II

Nuestro vagabundo se resguarda en un zaguán para huir del calor insoportable de un verano demasiado cálido. Sorteando poco a poco el sol entre las sombras de los edificios, camina sin rumbo para encontrar alimento. Sabe que es difícil encontrar nada que llevarse a la boca, las calles están muy limpias y los contenedores bien cerrados, como si los demás no quisieran que nuestro vagabundo sobreviviese a este día.

Sigue caminando, cansado por el ejercicio y exhausto por el calor. Se acomoda entre los arbustos de un parque, están templados. Poco a poco un niño se acerca, con la inocencia que solo sabe dar los pocos años de existencia. Le ofrece a nuestro vagabundo un zumo que ni siquiera a probado, dejándolo caer para que pueda ser aprovechado por nuestro desvalido trotamundos. Y mientras se alimenta, el niño acaricia suavemente la cabeza del hambriento pero agradecido vagabundo.




Axiomas I


"La vejez del ser no se mide en experiencias vividas, sino en experiencias sin vivir".

"Un libro es un puente a una experiencia nueva, pero un lápiz y un folio en blanco es el transporte hacia el desarrollo de muchas experiencias".

"La realidad la crea uno mismo, pero la distorsionan los demás"

"Debemos saber para que no nos engañen; aprender para rectificar nuestros errores; avanzar para no quedarnos atrás; y pensar para saber que si avanzamos aprenderemos a vivir mejor".

"Disfruta de la soledad tanto como disfrutas de la compañía de un buen amigo".



sábado, 1 de junio de 2013

Un pintor extraordinario II

<<Acariciando el azul que debajo encuentra, deja precipitar gotas que hallan reunión con sus hermanas saladas. Llena de gris el ambiente, un gris que lejos de ser triste proporciona paz y sosiego.
El mar disfruta del tierno masaje que obsequia la llovizna dulce. Refleja el gris próximo a su lomo, el cual permanece quieto, grande, esponjoso. La nube desciende en niebla fusionándose con las gotas; y baila en vertical con la melodía que hacen sonar cuando estallan en el mar>>.








Amor a trigésima primera vista (Poema)

Irrumpió sin aviso en mi balcón
una bella tarde de abril.
Se clavó en mi sien
como migraña febril.

Creciendo poco a poco en mi diafragma
de vez en cuando si aliento me dejaba.
Lento pero eficaz revés a mi serenidad
pues ella no estaba acostumbrada.

Expandiéndose segundo tras segundo
como semilla en plena imbibición.
Tu amor encontró tierra fértil
en el desierto de mi imaginación.

Cruel ironía, o alegre sarcasmo,
escribir poesía con este entusiasmo.
Yo, antes crítico y realista,
ahora novato soñador e idealista.

Ahoga el llanto de tus lágrimas
en mi boca seca.
Alza los gritos silenciosos de tu
garganta en mis oídos sordos.
Sé ese tumor benigno
que agrande mi corazón.




Panacea (Poema)

Experimento un cosquilleo tierno
en la extrema inocencia de mi piel.
Me transporta a una idea feliz
como el cantar de un laúd parrandero.

Alcanzo lo inalcanzable oscureciendo
mis ojos. Y caigo profundo cuando
ilumino la oscuridad.
Rompiendo en mil pedazos mi respiración,
escapando a la atmósfera mil bocanadas
de joven iluso.

Ese joven iluso ilusiona a los demás
ilusionándose, y termina por camelar 
su cariño.
Pero camelar no significa poseer,
algo que al joven le cuesta entender.

Sin embargo, no es necesario que
entienda ni acepte nada. Haber
experimentado ese cosquilleo
completa una alegre vida, que se 
muestra burlona ante la fría realidad 
de la madurez mal comprendida



"Apogeo"

Vagamos como simples fantoches manejados por un mal llamado comodidad. Somos un rebaño... no, ni siquiera eso; somos una simple masa desorientada guiada por descarados arlequines. Desorientada por la incertidumbre que siempre ha estado pero hemos ignorado. Una incertidumbre real y al mismo tiempo infundada para que así perdamos el norte de nuestra brújula intelectual. Tengamos un momento de cordura y reflexionemos. La situación no es grave, pues lo grave es nuestra indiferencia.
Al igual que la incertidumbre, el dinero siempre ha estado ahí y siempre estará. Y no es que la incertidumbre apareciera ahora, es que no la queríamos ver. No es que el dinero haya desaparecido, es que no se está repartiendo equitativamente.


Sencillez imposible

¿Por qué tengo que escribir palabras bonitas y cultas? ¿Por qué tengo que maquillar la realidad disfrazándola de color cuando se viste transparente? Quiero expresar mis sentimientos de forma tan llana que los demás puedan pisarlos sin darse cuenta.
Podemos tocar el miedo, oir la tranquilidad, saborear el amor, oler la melancolía. Pero no lo hacemos porque preferimos pensar que es demasiado complejo percibir de una manera tan sencilla. Otorgando la responsabilidad de nuestras emociones a un ser inexistente.
Quiero que el odio sea odio, el amor sea amor, la tristeza sea tristeza, la curiosidad sea curiosidad y el ser humano sea sencillo.

viernes, 31 de mayo de 2013

Elegía al ser humano (Poema)

Árbol torcido por el vendaval de la historia.
Arisco león envejecido por su propia bilis.
Gaviota moribunda que sobrevuela el mar 
de sus barbaridades.
Animales que no son animales,
humanos que no son humanos.
Ratas que ocupan arrabales,
hermanos que matan a hermanos.


Dialoguemos la forma de corregirnos
y estudiemos la manera de castigarnos.
Desequilibremos el ciclo de nuestra destrucción
y contaminemos las cristalinas aguas de nuestra ambición.
Filosofemos como sabios
para actuar como simios.
Teorizemos como gorilas
para restaurar nuestros vestigios.



Una parte de nosotros (Poema)

Medito sobre lo que quiero escribir
y la tinta se dibuja sobre el papel.
Mientras me acaricia la brisa
mi bolígrafo va guiando en la celulosa 
los pensamientos clavado en mi sien.

Estruendoso el chasquido en mi espalda
al colocarse en vertical al suelo.
Muy cerca apremia el cansancio 
gracias a los grillos y su canto sedante;
Fijo mi mirada en un punto del cielo.
Mi escritura de ritmo allegro
se convierte en andante.

Todo lo que ahora haga, directa
o indirectamente, se verá reflejado.
Aunque no me importa plasmar
divagaciones de un atardecer;
pues sea rendido o descansado,
las palabras muestran 
nuestro verdadero ser.



Un pintor extraordinario I

<<Siluetas escarpadas e irregulares trazan nuestro cielo cyan. Emergiendo sobre un mar de espuma blanca cuyas corrientes refrescan mi cara. Y sobre las siluetas un manto fino y verde que llena de esperanza y vida el paisaje abrupto.
Nuestro cielo se va despojando del disfraz cyan para vestirse de noche, mostrando entre medias su breve color anaranjado. Las constelaciones se unen al cielo cual lentejuelas de su prenda nocturna que, junto al cantar de los grillos, suponen un éxtasis sensorial para la percepción humana>>.

jueves, 30 de mayo de 2013

Estratagemas bélicas

La vanguardia se adelanta lenta e incansable. La caballería se adueña del centro para herir más profundamente al enemigo. Mientras tanto, las tropas de élite protegen con su vida al monarca; representación de todo aquello que es y no es el reino.

La caballería avanza; uno, dos, a la izquierda. Saltan y atraviesa la vanguardia contraria, amenazando a la élite que protege al soberano blanco. Todo cuanto hagan es inútil; reagrupándose o separándose el Rey está condenado.
Mueren matando y acaban con una de las caballerías. Mas la que queda viva asesta el golpe mortal acorralando al portador del poder y la corona. Es grande la victoria y cuantiosa las pérdidas. Combatientes que se despojan de su propia vida para salvar al dueño de un reino que ni siquiera les pertenece.

¿Cuántos han de morir para darnos cuenta? ¿Cuántas partidas de ajedrez debemos jugar para acabar con la protección del Rey?


Burbuja (Poema)

Inestables e inutilizados andamios
que inundan de metal las calles 
junto a edificios incompletos.
Te elevarás durante años
hasta encontrar detalle
de tus dueños satisfechos.

Eres esqueleto del plano,
monumento fatal de la crisis
del ladrillo malgastado.
Representas el esfuerzo
de un país mal encaminado.

Pero tú no eres el problema.
Lo es nuestra doblegada
y contamina razón.
Que toma al jolgorio por lema.
Que toma la desgana con tesón.

Clamo a la cordura que caigas
como caen las rocas insostenibles al mar.
Grito impaciente el despertar
de una nueva etapa que deje esta en el olvido.
Ojalá que de nada nos valga
esta contradicción y desazón moral.
Y que nuestra responsabilidad
recuerde todo el sufrimiento vivido.



Conversación de manicomio

Paciente 1: ¿Quién está más loco; el loco que sabe que está loco o el cuerdo que no sabe que está        
                   cuerdo?

Paciente 2: El más loco es aquel que por tan loco pierde hasta su cordura.

Paciente 1: No. La cordura nadie la consigue, y son pocos los que pueden decir lo contrario.

Paciente 2: Pues yo la alcance una vez pero me duró bien poco.

Paciente 1: ¿Sí? Yo tuve una vez la oportunidad de cogerla pero estaba demasiado ocupado siendo      
                   feliz.

Paciente 2: La felicidad sí que es fácil alcanzar. Solo tienes que dejar de pensar en los demás para  
                  pensar en tí mismo.

Paciente 1: ¿Sí?

Paciente 2: Sí.

Paciente 1: Sí.

Paciente 2: Sí.

Paciente 1: No. La felicidad también es pensar en los demás, en ser generoso y amable.

Paciente 2: Cada vez que pienso en los demás, soy generoso y amable me acaban jodiendo.

Paciente 1: ¿Por qué?

Paciente 2: Porque con las personas que eres generoso y amable no puedes serlo del todo. No  
                  sabes exactamente lo que quieren, y yerras en tu generosidad y amabilidad convirtiéndolo  
                  en incordio.

Paciente 1: Pero la intención es lo que cuenta.

Paciente 2: La intención cuenta poco si las cosas no acaban bien.

Paciente 1: ¿Y cómo sabes que las cosas acaban bien?

Paciente 2: Cuando la mayoría está conforme sabes que has obrado bien. De lo contrario has hecho
                  mal.

Paciente 1: ¿Y si esa mayoría se equivoca?

Paciente 2: Si esa mayoría se equivoca tú y yo no deberíamos estar aquí encerrados.




En mi memoria

<<Recuerdo ir con mi abuelo cuando era niño. Y recuerdo que no me gustaba llegar a ese inhóspito acantilado, rebosante de sonidos fuertes y penetrantes.El viento silbaba con furia y las olas golpeaban violentamente las rocas. Aún no sé porqué volví a aquel lugar. Lo recordaba tan estresante.
Igual regresé para honrar a mi abuelo el día de su muerte. O tal vez para despedirme de un viejo recuerdo. Pero, cuando llegué a ese acantilado, me embriagué de serenidad. Era como lo recordaba; un sol solitario clavándose en mis pupilas, unas olas pendencieras arrollando el litoral con vehemencia, y un impetuoso vendaval en constante queja.
Me senté y disfruté, por primera vez, de aquel recuerdo de mi niñez. Apoyé la cabeza en el muro en el que estaba sentado, y divisé la línea recta que separa el celeste del cielo del azul del mar. Aquel acantilado ya no era el lugar que yo recordaba, se convirtió en un lugar donde poder relajarse. Así que dejé que el sol me atrapase poco a poco en el sopor que produce su calor, y cerré los ojos...>>



Daños colaterales


Prólogo

¿Eres libre? ¿Hasta que punto puedes decir que sí? Quieres pensar que efectivamente tienes libre albedrío. Pero, y si no es así. Las personas estamos altamente condicionadas. Por nuestro entorno, compañía, creencia, e incluso por nuestra propia inteligencia.

El ‘‘ser libre’’ es una cuestión complicada. Eres libre cuando eliges por tí mismo lo que vas a hacer, o cuando una vez lo eliges consigues tener conocimiento de porqué lo hiciste. Porque decidir lo que harás es fácil... hasta cierto punto; pero saber que lo decidiste tú solo, sin ninguna condición, eso ya es mucho más complejo.

La próxima vez que hagas algo como ver la tele, ir a la playa, hacer deporte, pensar en alguien en concreto, piensa si de verdad lo estás haciendo porque quieres y no por otro motivo subyacente. Reflexiona, y te darás cuenta de que hay algo escondido detrás de todo eso.

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22 de Octubre

Bueno... vamos a empezar. Me llamo Jerry Davidson, soy músico, tengo 33 años y estoy yendo a terapia. ¿Estaré loco? No lo sé, solo sé que tengo que escribir este puñetero cuaderno como si fuera una criaja de 14 años porque el terapeuta dice que me viene bien.
Es cierto que estoy un poco más nervioso de lo normal, pero tampoco es para llevarme a un loquero.
En fin. En este cuaderno debo escribir mis pensamientos, ilusiones, miedos... vamos que esto es un diario. Joder, tengo un diario. Espero que dentro de poco no empiece a menstruar.



29 de Octubre

El loquero se esfuerza. Más le vale, porque mi mánager, el señor Smith, le está pagando un pastón por esta terapia de mierda.
Lo peor de toda esta terapia es que nunca he estado en una, y eso de hablar constantemente de mí... no me convence. Y si es con un extraño más.
Aunque reconozco que tiene mucho que analizar, porque mi vida no es tan maravillosa como mis fans creen. Ya que ellos solo conocen al famoso Jerry Davidson, el cantante con más de 20 millones de copias vendidas en todo el mundo.



5 de Noviembre

En las dos últimas sesiones me he desviado de lo que tenía que escribir sobre mis miedos e ilusiones. Eso es lo que me ha dicho el loquero. Ha visto lo que he escrito y dice que ni siquiera intento comprenderme a mí mismo. Solo llevo tres sesiones y ya estoy harto de este loquero de tres al cuarto.
Bueno... empezaré desde el principio. Mi verdadero nombre es Jerry David Stewart, pero artísticamente me llamo Jerry Davidson. Soy el hijo único de un matrimonio sin amor, por lo que se puede deducir que nací en Los Ángeles, California.
Mi padre era un hombre rico y frío, un tiburón en los negocios como se dice ahora. Y digo “era” porque murió hace dos años.
Sin embargo mi madre es más “normal” dentro de lo que hay en Los Ángeles. Una actriz con registros muy limitados que se casó con un señor rico veinte años mayor que ella.
Con esta descripción no quiero decir que mis padres fueran malos conmigo, ni que mi infancia fuera una basura. Pero esta es la mejor representación posible de ellos.
Entre hombres de negocios con traje y corbata, y mujeres de entre treinta y cuarenta años con más maquillaje que vergüenza, me crié en una casa enorme cerca de la playa sin amigos con los que jugar.
Un buen día, llegó un productor musical a casa. Venía a hacer negocios con mi padre, y trajo una guitarra consigo para mí. Porque se suponía que era el hijo de un “gran amigo suyo”. Ese hombre se llamaba Ryan Smith.



12 de Noviembre

Esto ya es la cuarta sesión de mi terapia, y el psicólogo quiere saber como me afectó el divorcio de mis padres. Al principio me sentí triste, pero al cabo de unas semanas me encontraba eufórico. Mis padres no discutían, se peleaban por mi cariño, cosa que enfadaba hasta que advertí las ventajas de dichas peleas. Tenía toda la atención que no había tenido en mi vida.
Ya no había hombres de negocios trajeados, ni mujeres con toneladas de maquillaje. Ahora el objetivo de mis padres era complacerme solo para fastidiar al otro.

Iba avanzando mi adolescencia, y cada vez me gustaba más aquella guitarra que me regaló el señor Smith.
Empecé a ir a clase de guitarra, y fue entonces cuando me enamoré por primera vez... de la música.
Estaba muy feliz en aquella época. Era Navidad, y y aunque no nieva en Los Ángeles, me encanta la festividad. Fui muy feliz en las Navidades de mi juventud. Mis padres se transformaban en personas afables, como si dejaran a un lado sus peleas solo por ser Navidad.
Supongo que hecho de menos ser aquel niño inocente que creía en Santa Claus, y lo pasaba en grande con los juguetes que le regalaban.
Y ahora que puede comprarme más de mil regalos por cada Navidad, no lo paso ni la mitad de bien que cuando era niño. Será porque ya me he hecho mayor y la Navidad es para niños. Porque ya he perdido aquella inocencia tan bonita, o... tal vez porque no tengo a nadie con quien compartirla.



19 de Noviembre

Se acercan las Navidades, y mi psicólogo me ha hecho una pregunta que me ha tocado bastante los cojones, <<¿con quién vas a pasar la Navidad?>>. Y aunque he hecho la broma de que solo tengo dos amigos con los que celebrarla, es verdad.
Solo tengo dos amigos de verdad ahora mismo, mi guitarra y Larry.
He pasado los últimos cinco años así, dándole un trozo de pavo a Larry y tocando una de mis composiciones (de esas que el señor Smith no quiere sacar al mercado por no ser demasiado comercial).
Qué decir de mi amigo Larry. Hace solo ocho años que lo vi pasear por la calle solo, cuando le invité a comer en mi casa sin conocerlo de nada, pero a él tampoco le importó que no me conociera.
Por aquella época no era famoso como cantante y tener a Larry como amigo me ha ayudado en los peores momentos.

Recuerdo el escándalo de aquella actriz porno. Los paparazzis de mierda me fotografiaban con ella. Y publicaron que era un  obseso sexual y un putero, cuando en realidad no hice nada con ella. Solo nos conocimos en una fiesta, y ni siquiera sabía que era actriz porno. Pero lo que más me jode es que da igual. Que más da que me haya acostado con una actriz porno, eso no es delito, ni lo es mucho menos ser actriz porno. Las personas se ganan la vida como quieren.
Después de ver la revista con mi foto publicada sacada por un paparazzi cabrón, me dieron ganas de darle un puñetazo a la pared. Pero cuando llegué a casa, vi a Larry sonriéndome, alegre, impaciente por estar un rato conmigo. Sin juzgarme.
Lástima que le quede poco tiempo.



26 de Noviembre

<<No te preocupes>>, me dijo mi psicólogo cuando me vio triste al no tener familia ni amigos con los que celebrar la Navidad. Porque como ya he dicho, solo tengo a Larry y a mi guitarra. Y mi familia... prefiero no hablar de ella, dije al psicólogo. <<¿Entonces de que quieres hablar?>>. Y no sabía exactamente de que quería hablar hasta que me vino a la mente, no sé muy bien porqué, la cara de Jennifer Giménez.

Jennifer fue mi primer y único amor además de la música. Era preciosa; morena, ojos color café, tez marrón, una auténtica belleza latina. Los chicos del instituto se mofaban de ella por su forma de hablar, mas a mí me parecía adorable.
Le encantaba bailar y cantar, muchas veces disfrutábamos cantando y bailando en el aula de música. Mientras yo tocaba la guitarra, ella bailaba y cantaba al son de la música. Y aunque no formamos nunca un grupo, jamás faltábamos a nuestra cita en el aula de música.
Yo estaba tremendamente enamorado de ella, y me guardaba esos sentimientos para mí. Hasta que un día le expresé lo que sentía por ella, y... me correspondía. Fueron los mejores diez meses de mi vida.
Aunque ella solo tenía dieciséis años era muy inteligente y madura. Siempre me hacía reflexionar, aunque habláramos del tema más banal posible. Pero como siempre, todo se fue a la mierda.

Jennifer me confesó que tenía sentimientos muy fuertes hacía mí. Pero terminamos mal.
Me recriminó que no era nada generoso en la relación. Que solo pensaba en mí y que ella debía dejarme para poder sentirse mejor. Porque aunque no le gustaba que fuera tan egoísta, me quería mucho. Así que fue difícil para ella.
Hoy por hoy no la culpo. Hoy por hoy pienso en qué hubiera pasado si yo no fuera así, si no la hubiera obligado a dejarme. Es posible que estuviera esperándome en casa para cenar junto a Larry en la noche de Navidad. Yo tocando mi guitarra, ella bailando y cantando, y Larry escuchando alegremente la canción como solo él sabe hacerlo.



3 de Diciembre

No sabía que los psicólogos pudieran ser doctores, pero por lo visto, no son doctores los médicos, doctor es el que hace un doctorado. Me lo ha estado explicando el doctor Steven Wright.
Al principio dudaba de él pero cada vez que vuelvo a terapia me siento seguro de mí mismo. Arropado por alguien que me escucha, aunque sea pagando.
El doctor Wright quiere que retome el divorcio de mis padres, <<ese puede ser el desencadenante de tus dificultades para relacionarte mejor con la gente>>. ¿Es posible que mis padres, al divorciarse y pelearse por mí, me dieran alas para creerme único?
Según el doctor, creer que eres único no es malo ya que es verdad. Lo que es verdaderamente nocivo es no querer compartir tu forma única de ver la vida. <<Es más generoso el que comparte que el que da>>, dice el doctor Wright.
Eso me da ánimo para continuar con este cuaderno, pues no doy nada pero comparte mis pensamientos.



10 de Diciembre

La sesión anterior hablábamos de ser generoso, de compartir con los demás para ser generoso de verdad. Y el doctor Wright me dio que pensar, ya que lo principal que comparto yo son mis canciones. Pero las canciones que realmente escribo nunca ven la luz, el señor Smith dice que ya habrá tiempo de explotarlas más adelante cuando termina la terapia, pero lo cierto es que tengo cerca de cincuenta canciones que he compuesto y no he sacado en mis discos.
Lo que comparto con mis fans es falso, no es mío. Es tan falso como el interés que tenían en mí mis padres, o el amor que sentía Jennifer por mí.
Y el doctor Wright también es falso. Aunque me reconforta que me escuchen, he de admitir que él solo lo hace por dinero. Pero no es que le pueda culpar, es lo suyo como psicólogo. No obstante, me gustaría haberle conocido en otras circunstancias.
Aun así, todo es falso. Mis padres son falsos, mis canciones son falsas, mi primer y único amor es falso, mi psicólogo es falso y... la Navidad es falsa.



17 de Diciembre

No he ido a ver al doctor Wright. No he querido levantarme de la cama hoy. Siento algo raro en el estómago y no sé qué puede ser... ¿se puede estar contento y triste al mismo tiempo? A mí me parece muy raro tener esas dos emociones tan distintas al mismo tiempo, es más, es como si se mezclaran dentro de mí y eso me da nauseas.
Estoy triste por todo. No sé como explicarlo pero... es así. Y de forma simultánea estoy contento. ¿Será mi inconsciente recordándome aquellas emociones que sentía de niño con la Navidad?
Je, ya estoy igual que el doctor Wright, analizándome psicológicamente.

Tengo mucha angustia y no sé como remediar eso. Ya no soy capaz de hacer nada sin psicoanalizarme antes. Es como si el doctor Wright se hubiera metido dentro de mi cabeza, como si él hablara por mí.
Debería estar alegre por poder ir a esa gala benéfica de la discográfica el próximo veinticuatro de diciembre. Pero no es así, aun con todas esas estrellas y todo aquel lujo, todas esas modelos despanpanantes y esa gente tan simpática.
No sé que hacer, y es la primera vez que me llena de angustia sentirme así.
Bueno... voy a llevar a Larry a aquella estúpida residencia de lujo. Al pobre le queda poco, y quiero que el poco tiempo que le quede lo pase lo mejor posible. Aunque cobren mil dólares la noche.



24 de Diciembre

Hace dos semanas que no veo a Steven, y quisiera hablar con él antes de irme a la gala benéfica. Le he llamado al teléfono y no contesta, seguro que está con su familia, algunos tienen esa suerte... la de tener una familia, una familia de verdad que te quiere y que te apoya. Seguramente también esté con sus amigos. Lo más probable es que tenga muy buenos amigos, seguro que sí, Steven es de ese tipo de personas que sabe escuchar y que con su sola presencia te hace sentir cómodo.
Como me gustaría ir con él y no con los de la discográfica a su ridícula gala benéfica, la cual solo sirve para aparentar porque no van a dar ni el uno por ciento de la recaudación a nadie que la necesite. Solo son unos falsos, como todos... como todo.

Ojalá estuviera Steven aquí, me siento tan solo. Definitivamente no voy a ir a esa estúpida gala. Me voy a ir, para siempre. No quiero volver a ver a nadie, no quiero ver a mi madre que no me ha dado cariño en su vida. Ni al señor Smith que no me deja publicar mis canciones. Ni a mis fans, que ni siquiera puedo considerar mis fans porque la música que les gusta no es mía. Ni siquiera a Larry. No quiero ver como se hace cada vez más viejo y muere un día delante de mí. Ya tiene 14 años y eso es mucho tiempo para un perro.
Quiero que sus últimos años sean los mejores de su vida, aunque sean sin mí. Quiero que mi único amigo tenga un final más feliz que el mío.

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22 de Octubre

Acabo de ver al paciente que el señor Smith me ha encargado. La típica estrella de Rock, con sus ligues, sus fiestas, y pocas preocupaciones que pueda tener. Aunque como cualquier estrella, vivir en un mundo tan superficial puede suponer un gran estrés. Pero supongo que ese es el precio de la fama.
Bueno... por ahora solo le he pedido al paciente que escriba un cuaderno cada semana después su terapia conmigo. Y al mismo tiempo escribiré también unas anotaciones para contrastar sus avances. Deberé leer su cuaderno cada semana para hacer un seguimiento más exhaustivo.



29 de Octubre

Ha sido interesante esta sesión con el paciente. He tenido que sacarle las palabras, como sino estuviera acostumbrado a hablar de sí mismo. Y no es que le haya hecho preguntas incómodas o complejas. Sé que debo empezar por cuestiones más banales hasta ir profundizando. No obstante, siendo temas tan superficiales como, cuál es su comida favorita, o si le gusta leer, el contestaba con remilgos. Incluso con desconfianza.
Seguramente la gente con la que trata el paciente no le han preguntado más allá del “¿estás componiendo algo nuevo?”.



5 de Noviembre

El paciente sigue sin hablar demasiado en la terapia, así que le pedí el cuaderno para verlo, y lo que me temía. Había escrito más sobre su incomodidad en la terapia conmigo que de él mismo. No estaba avanzando nada, y el señor Smith encima de mí para que hiciera el trabajo que me encomendó.
Asimismo, le explique que no podía seguir así si quería perderme de vista de una vez. Y me hizo caso. Puede sus fervientes ganas de abandonar mi terapia le haga avanzar.



12 de Noviembre

Le he cuestionado a mi paciente como le afectó el divorcio de sus padres, y como de costumbre, le he tenido que exprimir cada palabra. Pero después de varios intentos habló.
Expresó su enfado con sus padres. Aunque después comentó que vio ventajas en ese divorcio, pues su padres le mimaban y le hacían mucho más caso que antes. Seguramente por eso prefiere hablar de banalidades con personas superficiales, y no de temas serios e importantes. O ni siquiera de sí mismo, ya que la atención de sus padres era falsa, solo para pasar por encima del progenitor.
No obstante, noté un tono bastante triste al comentar esto último. Como si hubiera rabia contenida en él por esa atención tan repentina.



19 de Noviembre

Solo le pregunté con quién iba a pasar la Navidad. Y aun con la broma que hizo de su guitarra y su amigo Larry, percibí una contestación un tanto agresiva para ser una broma.
Me habló de Larry. Le queda poco y mi paciente se aferra mucho a él. Espero que sepa encajar su muerte, porque la forma que hablaba de él... creo que no ha tenido muchos amigos.



26 de Noviembre

Acordándome de la sesión anterior, intenté animarle diciéndole que no era culpa suya estar solo. Pero no quería hablar de amigos o familia. Hasta que le cambió la cara, y vi por primera vez sonreír a mi paciente.
Me describió con todo lujo de detalles a su único amor, una tal Jennifer. Los dos disfrutaban de la música, y comenzó a cantar, sin darse cuenta, las canciones que cantaban ellos dos.
Pero salió mal. Y como yo esperaba, fue por culpa del egocentrismo de mi paciente. Entonces lo vi con la mirada perdida, como si estuviera imaginando algo, algo que no llegó a contarme.



3 de Diciembre

Hoy he visto algo distinto a mi paciente el señor Stewart. Preguntó por mi trabajo con una sana curiosidad.
Quise retomar el divorció de sus padres alegando que puede ser el desencadenante de sus malas habilidades sociales. Pero sorprendentemente me explicó lo que quería oír.
Ser el centro de atención en su casa le agradó tanto que le afectó emocionalmente. Creía que era único. Y me dijo que no era así, que no es el único en este mundo.
Sin embargo, yo le rectifiqué. El señor Stewart sí es único, cada persona es única. Pero él no quería compartir su individualidad con nadie, y le animé a hacerlo. Con su música, con sus relaciones, con su cuaderno.



10 de Diciembre

Pregunté al señor Stewart sobre su música, que es la mejor forma que él tiene de compartir con los demás. Y me confesó que no era así. Que esa no era su mejor forma de compartir lo que era, puesto que el señor Smith no le dejaba sacar sus propias composiciones a la luz.
En ese momento me cuestioné si le gustaba lo que hacía, así que se lo pregunté directamente. Me contestó que no. Fue tan rápida y fría la contestación dejó mudo durante unos minutos. Hasta que el empezó a gritar. Diciendo que todo era falso, su música, su familia, Jennifer, yo. Dejó de gritar y se fue corriendo.



17 de Diciembre

Me da miedo a dónde está llegando esto. Hoy no ha venido a terapia el señor Stewart, por eso llamé al señor Smith.
Le pregunté si sabía dónde estaba, y me contestó que no. Me dijo que no me preocupase, que las estrellas de la música son así. Pero... no estoy tranquilo.



24 de Diciembre

Se que estoy de vacaciones de Navidad pero no he dejado de pensar en Jerry. ¿Por qué no vendría a la terapia de la semana pasada? Sé que tengo que relajarme y no pensar en el trabajo, pero simplemente no puedo.
Hay visita en mi casa y no tengo ganas de atenderla, mi mujer ha preparado su famoso pavo al horno y no siento la tentación de darle un bocado. Creo que me voy a dormir, me hace falta. Espero no soñar con Jerry.



25 de Diciembre

(En las noticias)
<<Muere uno de los iconos de la música Rock. Jerry David Stewart, mejor conocido como Jerry Davidson, murió ayer en su casa por una supuesta sobredosis de fármacos. Se le encontró en la bañera de su baño con botes de barbitúricos esparcidos por el suelo. Al lado del cadáver permanecían su guitarra y una foto de su perro.>>

Bien. Ya estoy viendo los altares improvisados con velas y flores en todo el mundo. Ya estoy viendo a los fans llorar por su ídolo muerto. Ya estoy viendo los millones y millones de dólares que voy a ganar con el cadáver de Jerry.

-Señor Smith. Ya ha llegado el joven músico que estaba esperando.
-Sí, gracias Stephanie. Dile que pase.


Historia de un vagabundo I

Despierta con unas legañas que no le permiten abrir los ojos. Mira a su alrededor, recuerda el frío que supone estar a la intemperie y que ha olvidado por el sopor de la noche. Alza el hocico intentando vislumbrar a alguien pero no lo consigue. Agacha de nuevo la cabeza desanimado por su vano intento; casi llorando por creer que pudiera haber alguien, o por el hecho tener la ilusión de tal milagro.

Al comienzo del día abandona su dormitorio para no volver más. Deambulando por las calles llenas de gente que corre de un lado para otro como si les persiguiera la mismísima muerte. Pero nuestro vagabundo no corre porque sabe que no tiene ningún lugar a donde correr. Ha aprendido lo suficiente como para saber que las prisas son inutiles, y que el reloj solo es un negrero con minutero.

Ve pasar a la gente que le mira por encima del hombro, aunque también es cierto que nuestro vagabundo está sentado. Hablando por el teléfono móvil las personas intentan comunicarse sin saber que cuanto más utilicen ese chisme menos se comunican.

Curiosamente, sentados como nuestro vagabundo, se encuentran los jubilados. Los mira casi con fraternidad y se acerca con prudencia. Ellos no rechazan el afecto del vagabundo: le acarician la oreja, el lomo y la barriga; <<que bonito>>, le dicen mientras nuestro vagabundo agita la cola de un lado a otro, disfrutando del poco contacto humano que tiene al día.




miércoles, 29 de mayo de 2013

Amistad

¿Un amigo es real o ficticio? Me cuestiono esto debido a nuestras antiguas y nuevas relaciones entre las personas de nuestro entorno llamadas amigos. Mas no solo me cuestiono si los amigos son para siempre, pues me enerva un interrogante más dañino, ¿existen verdaderamente esas personas llamadas amigos?

Nosotros, en la actividad constante de nuestro vivir, cambiamos de forma indefinida e inevitable. Cambiamos a cada segundo de nuestra vida, incluso yo ya no soy el mismo desde que empecé a escribir esto. No obstante, creemos cambiar más lentamente para satisfacer nuestra necesidad de estabilidad, una estabilidad que no existe.
¿Cómo es posible que un amigo sea para siempre si ni siquiera nosotros lo somos? La respuesta es simple; y es que no hay amigos para siempre. Los amigos vienen y van como las relaciones conyugales. Y pese a que las segundas son relaciones más complejas, por eso son más difíciles de alargar en el tiempo, ambas perecen con la lejanía que se produce entre ambos amigos que eligen distintos caminos. Es más, podríamos hablar de que no existen los amigos.

Este planteamiento es exactamente igual que el anterior. Si nosotros ya no somos nosotros en un breve transcurso de tiempo, ¿cómo van a ser nuestros amigos esas personas que creemos conocer cuando cambian en la misma medida que nosotros? Los amigos no existen. Y no hablo de que tengamos que desconfiar de todas y cada una de las personas que conocemos y conoceremos. Solo afirmo que los amigos tal como los conocemos no existen.
Sin embargo, sí existe otro tipo de persona con la que podemos reír, charlar, jugar... pero no podermos llamarla amigo porque nuestro único amigo somos nosotros. Porque nosotros mismos somos la única persona que siempre veremos a lo largo de nuestra vida. Seamos buenos amigos de esa persona cambiante que no podremos cambiar jamás.

Esa amistad con nosotros mismos nos ayudará a tener relaciones sociales más sanas. No atemos a nadie para que sea como queramos, pues parece que cuando un "amigo" nuestro cambia de parecer ya no es tan amigo nuestro, y le culpamos a él por ya no ser como antes, como nosotros queríamos. Dejemos que los demás sean ellos y sus cambios, dependamos únicamente de nuestro verdadero amigo. Vivamos acorde a ese amigo. Vivamos de forma que todas y cada una de las personas de este planeta puedan ser y dejar de ser nuestros amigos.


martes, 28 de mayo de 2013

Vital fogosidad

Semielíptica, carnosa y sensual figura. Elevas mi libido hasta límites insospechados; y me mareo en el vaivén de tu silueta inquieta. Sana y justificada blasfemia el poder unir nuestros seres sin reparo obsceno. Una atracción newtoniana que atrapa todo cuanto es deseo. Toco, beso, acaricio, huelo; se juntan el calor de nuestros sexos creando un Sol de placer y vida. Nuestras respiraciones se agitan. Tu ternura compensa mi dureza física y emocional; eres flexible y amante colosal. Penetro en tus sentimientos como penetro en tu entrepierna. La unión se completa. La más bella e irremplazable de las condenas.


Ignorancia juvenil (Poema)

– Buenos días queridísima
madre,
la encuentra hoy abonbada.

– ¡Ay hijito!
Me llené de alimento y 
provoqué la envergadura 
de esta tripa hinchada,
pues al ansia se apodera 
de mi alma estresada.

– ¡Dolido mi corazón se halla
al escuchar semejante lamento!
No obstante, dejad de engullir,
os haría reventar hasta un
triste y frito pimiento.

– ¡Niño insolente! Sal de mi vista.
Cuando topes con la cruda
responsabilidad de un adulto
tu burla caerá en llanto.

– Sí, pero hasta entonces
reiré vuestras simpáticas
desgracias por estar
curado de espanto.