lunes, 5 de agosto de 2013

Año

Enero gris y melancólico, incitas a la reflexión y al drama. Esperas sentado a que la luz temprana encienda el día y a que la rápida oscuridad apague el cielo. Días de frío y lluvia, días de viajes fugaces, días de abrazos cálidos. Días cortos pero intensos los tuyos Enero.

Febrero rojo y pequeño, pasas sin que me dé cuenta. Convocas al amor con tu fiesta para reclamar atención. Mas eres muestra de todo lo que no es Enero: vivaz, furioso, activo. Supones para tus días un reto.

Marzo violeta y trabajador, te encargas de inculcarnos tu dedicación incansable en nuestras tareas. Eres sustento y esfuerzo para tus antecesores y sucesores. Y lejos de convertirte en pesadilla del año por tu trabajo, te forjas como modelo verosímil para tus hermanos.

Abril rosa y húmeda, soportas el solsticio con gracia y alegría. Dicharachero y fogoso eres y te muestras entre tus hermanos e hijos. Invitas a bailar con tu simpática mezcolanza de ternura y carácter.

Mayo negro y pendenciero, eres la rectitud y la disciplina. Provocas ira y sublevación, pero transformas el error en aprendizaje.

Junio y Julio, gemelos vestidos de amarillo, perezosos ante el júbilo del buen tiempo. Se encargan de establecer el puente entre Mayo y Agosto.

Agosto azul y tolerante. Tranquilo por naturaleza repartes comprensión y atención. Adormeces todo cuanto es estrés a tus vástagos tras los bochornosos Junio y Julio.

Septiembre verde y equilibrado. Fruto del verano ya pasado, tu temperatura es suave y benévola. Enfrentas final y comienzo en todo tu ser, dando un cúmulo de sensaciones a tus agradecidos días.

Octubre naranja y nostálgico. Caes en tus recuerdos como caen las hojas de los árboles en tus días. Provocas paseos y charlas de atardecer. Tus días regalan un sol brillante y tibio como obsequio a los mortales.

Noviembre marrón y reservado. Eres puro misterio para tus hijos y hermanos. Nublas el cielo con tus secretos, y mojas la tierra con tu llanto sordo. Eres indescriptible e indescifrable.

Diciembre blanco y concluyente. Otorgas tristeza y esperanza con el fin y el comienzo de un nuevo año. Recurres a la fiesta para entrar en calor. Tu extrovertida personalidad silencia los secretos de Noviembre. Respetuoso como el que más, das paso nuevamente a Enero.

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