lunes, 5 de agosto de 2013

Conversación de manicomio IV

Paciente 1: ¿Tú te sientes solo?

Paciente 2: Muchas veces, ¿por qué?

Paciente 1: Porque creo que uno de los motivos por los que estamos aquí es la soledad.

Paciente 2: Pero la soledad no es mala en las dosis adecuadas. Además, debemos por nuestro bien alejarnos del mundo para descansar de él.

Paciente 1: Ya, pero yo hablaba de la soledad intelectual y espiritual. Hablaba de sentirse solo, no de estar solo.

Paciente 2: ¿Y qué diferencia hay?

Paciente 1: Puedes estar solo físicamente, sin nadie a tu alrededor. Pero sentirse solo es que, aun estando acompañado, sabes que nadie te entiende y valora como ser inteligente que eres, lo cual es mucho peor que estar solo físicamente.

Paciente 2: Pero, ¿cómo sabes que te entienden si no están a tu lado? No puedes leer la mente a los demás.

Paciente 1: Te lo demuestran con hechos y palabras que te dan ánimo y fuerza.

Paciente 2: Vale. Mas si no están a tu lado, no podrán mostrarte su apoyo. Entonces te sentirías solo.

Paciente 1: Antes te dije que no era lo mismo estar solo físicamente que sentirse solo.


Paciente 2: No. En realidad sentirse es la consecuencia de estar solo. Primero no tienes a nadie a tu lado, y como no ves apoyo y valoración pasas de estar solo a sentirte solo.

Historia de un vagabundo V

Nuestro vagabundo recorre los parques y fuentes donde se acumula la muchedumbre. El verano, pese a no ser tan caluroso, provoca a la gente el deseo de refrescarse.
A nuestro trotamundos favorito le mojan de forma fortuita. Y aun agradeciendo el chaparrón, se aleja de la agobiante cantidad de personas que se amontonan alrededor de la fuente.
Parece que a nuestro vagabundo le gusta la gente, pero no en grandes cantidades.


Puzzle de una sola pieza (Poema)

La luz se refleja en tus ojos
como en un charco poco profundo.
Tempestad escondida en tu sien
que atisbo en tu mirar iracundo.

– ¿Equivocado estoy? – pienso.
– ¡Equivocada está! – grito.
Y con mis labios musito,
– equivocado está ninguno.

No es solo el rechazo
quien atraviesa el agujero de tu indiferencia.
No es solo la intriga quien construye tu férrea ciclotimia.

Es la corrosiva e intrínseca esperanza
que aguardo dentro de mis suspiros gélidos.
Es la obstinada sin razón de mi ello
que ansía tu sexo famélico.


Conversación de manicomio III

Paciente 1: ¿Te gustaría formar una familia algún día?

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿Por qué? No quieres casarte y tener hijos.

Paciente 2: No

Paciente 1: ¿No quieres estar acompañada por gente que te quiere y te cuida?

Paciente 2: La gente solo te quiere si les tratas bien. Da igual que sea tu familiar o no.

Paciente 1: Pero la familia te apoya en los momentos malos.

Paciente 2: Solo te apoyan si les demuestras que serán correspondidos y premiados por ello. La familia solo son ajenos que comparten material genético contigo.

Paciente 1: Pero, ¿tus padres son ajenos a ti?

Paciente 2: Yo no hablo de familiares que conviven durante años contigo. Esos si se pueden considerar familia. Los ves todos los días y los conoces medianamente bien.

Paciente 1: ¿Medianamente bien? Es que ni siquiera no puedes conocer totalmente a tus padres.

Paciente 2: Dudo mucho que podamos conocernos a nosotros mismos, imagínate a otras personas.

Paciente 1: Entonces... si no nos conocemos a nosotros mismos del todo, ¿cómo puedes decir que no vas a tener hijos? A lo mejor si los quieres tener pero no conoces esa faceta de tí.


Paciente 2: Pues creo que tienes razón.

Un pintor extraordinario VIII

<<El viento aumenta y disminuye el tamaño de las colinas doradas. Inquietas, brillantes y granulados colinas que danzan al son de un buen e intermitente cantante>>.

Historia de un vagabundo IV

Nuestro vagabundo pasea por una ciudad embriagada de primavera; sol, temperatura agradable, flores por doquier. Disfruta de las vistas, y sobre todo, disfruta del paso del invierno, que hasta dentro de unos meses no volverá.
Desea compartir este día tan dichoso con alguien, aunque sea un desconocido. Por eso se dirige a un parque lleno de gente; niños jugando con la pelota, padres hablando del buen tiempo que hace. 

Nuestro vagabundo se convierte en espontáneo e improvisado jugador. Los niños le tiran la pelota y él va a buscarla felizmente, devolviéndola con la misma alegría con la que fue buscarla. Dejando para más tarde la necesaria y diaria tarea de alimentarse para sobrevivir.

Esperando (Poema)

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

El viento y el tiempo van pasando.
El sol estimula mi piel con su luz,
el cual poco a poco me va calentando.

Cruje mi espalda con una estirada reconfortante.
Mis ojos apuntan al papel que estoy rayando,
mis ojos apuntan al papel que tengo delante.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Avanza constante el minutero.
Casi noto como el sol se va moviendo
en una tarde vacía de mes veraniego.

El cielo despejado propicia sudor en mis axilas.
Mi pelo arde al sol de la tarde,
esperando al amigo que llegando camina.

Estoy aquí sentado, esperando.
Espero porque puedo, espero
porque puedo relajarme y quiero.

Un pintor extraordinario VII


<<Un volcán en erupción. Un río anaranjado y brillante de lava y fuego. Todo es yermo, todo está muerto a su alrededor. Y en medio de aquella destrucción, en medio de aquel cataclismo, un brote verde alzámdose entre el rojo y el naranja de la arrasadora hecatombe de la violencia>>.

Ojos verdes, tez morena (Poema)

Verte alivia la esperanza
de un corazón marchito.
Saborearte supondría
cumplir un deseo infinito.

Acaricio tus mejillas con mi imaginación,
pues mi manos son prisioneras del miedo.
Noche a noche obtengo en mis sueños ocasión
de con Morfeo alcanzar el desenfreno.

te acercas y me alejo, 
hablas y me callo,
susurras y me estremezco,
sonríes y caigo.

Si siempre será así prefiero confesar.
Sin suerte mi corazón romperás,
y con ella solo me humillarás.

Historia de un vagabundo III

Es una noche oscura, solo la luna ofrece alivio a los ojos diurnos de nuestro vagabundo. Tanteando constantemente su paseo, nuestro vagabundo indaga las entrañas de la ciudad. Asfalto, aceras, edificios, callejuelas, un laberinto de hormigón, cemento y alquitrán que perturbaría la orientación de cualquiera.
A este lúgubre paisaje se le une el frío de un otoño próximo al invierno. El vagabundo tirita mientras trota el camino hasta su próxima cama, la cual siempre es nueva y desconocida.


Nuestro querido viajante encuentra asilo en un edificio abandonado. Seguidamente se tumba en lo más profundo del edificio para que el frío no cale en su maltrecho esqueleto. Oye pasos próximos e irregulares; cada vez más cerca, cada vez más fuertes. Nuestro vagabundo se levanta alerta y asustado pero, solo es un compañero de oficio. Y debido a la camaradería que solo las situaciones precarias son capaces de dar, el desconocido obsequia con una manta a nuestro hipotérmico vagabundo.

Un pintor extraordinario VI

<<Grandes y lujosos rascacielos rozan las nubes con su desorbitada altura. Dentro de ellos se aprecia gente de bien ocupada en sus tareas cotidianas.

Justo al pie de dichos rascacielos, se amontonan muchas chabolas. Gente humilde y trabajadora. Delincuentes y maleantes. Ubicados en lo más bajo de la imagen>>.

Mi resultado

Soy la suma de los meses de mis padres, y la media aritmética de sus días.

5+4=9

7+13=20; 20:2=10

10 de Septiembre

Un pintor extraordinario V

<<Un lobo acecha a un bebé perdido y desnudo en un claro de un bosque en un día nublado. El lobo está cerca, salivando el jugo de la digestión de su inminente presa.

Entre los árboles aparece un hombre rudo y corpulento dispuesto a salvar al indefenso infante. Mientras tanto, un haz de luz rompe el nublado cielo e ilumina al hombre que entregará su vida por salvar al niño>>.

Año

Enero gris y melancólico, incitas a la reflexión y al drama. Esperas sentado a que la luz temprana encienda el día y a que la rápida oscuridad apague el cielo. Días de frío y lluvia, días de viajes fugaces, días de abrazos cálidos. Días cortos pero intensos los tuyos Enero.

Febrero rojo y pequeño, pasas sin que me dé cuenta. Convocas al amor con tu fiesta para reclamar atención. Mas eres muestra de todo lo que no es Enero: vivaz, furioso, activo. Supones para tus días un reto.

Marzo violeta y trabajador, te encargas de inculcarnos tu dedicación incansable en nuestras tareas. Eres sustento y esfuerzo para tus antecesores y sucesores. Y lejos de convertirte en pesadilla del año por tu trabajo, te forjas como modelo verosímil para tus hermanos.

Abril rosa y húmeda, soportas el solsticio con gracia y alegría. Dicharachero y fogoso eres y te muestras entre tus hermanos e hijos. Invitas a bailar con tu simpática mezcolanza de ternura y carácter.

Mayo negro y pendenciero, eres la rectitud y la disciplina. Provocas ira y sublevación, pero transformas el error en aprendizaje.

Junio y Julio, gemelos vestidos de amarillo, perezosos ante el júbilo del buen tiempo. Se encargan de establecer el puente entre Mayo y Agosto.

Agosto azul y tolerante. Tranquilo por naturaleza repartes comprensión y atención. Adormeces todo cuanto es estrés a tus vástagos tras los bochornosos Junio y Julio.

Septiembre verde y equilibrado. Fruto del verano ya pasado, tu temperatura es suave y benévola. Enfrentas final y comienzo en todo tu ser, dando un cúmulo de sensaciones a tus agradecidos días.

Octubre naranja y nostálgico. Caes en tus recuerdos como caen las hojas de los árboles en tus días. Provocas paseos y charlas de atardecer. Tus días regalan un sol brillante y tibio como obsequio a los mortales.

Noviembre marrón y reservado. Eres puro misterio para tus hijos y hermanos. Nublas el cielo con tus secretos, y mojas la tierra con tu llanto sordo. Eres indescriptible e indescifrable.

Diciembre blanco y concluyente. Otorgas tristeza y esperanza con el fin y el comienzo de un nuevo año. Recurres a la fiesta para entrar en calor. Tu extrovertida personalidad silencia los secretos de Noviembre. Respetuoso como el que más, das paso nuevamente a Enero.

Un pintor extraordinario IV

<<Los altos y escarpados acantilados se tuestan al sol, el cual calienta constantemente en los días despejados. La costa cartografía una silueta irregular y hermosa mediante las rocosas formaciones.
El mar acaricia por tiempo indefinido la base de los abruptos acantilados, esculpiendo redondeadas formas y materiales. Y el viento vehemente choca en los gigantes muros de piedra bañados por el mar>>.